El Vélez Sarsfield argentino arrancó hoy su paso en el Grupo 7 de la Copa Libertadores mostrando chapa de aspirante al título con una goleada por 0-3 en casa del Defensor Sporting uruguayo en un encuentro que supo dominar y en el que golpeó con precisión y mucho orden.
Un tanto de David Ramírez al minuto 41, otro de Mauro Óbolo a los 80 y un golazo de tiro libre de Sebastián Domínguez a los 85 les bastó a los de Liniers para llevarse los tres puntos de Montevideo y comenzar con buen pie en el Grupo 7, que también incluye a las Chivas de Guadalajara y al Deportivo Quito.
Desde el arranque ambos equipos apostaron por un juego ofensivo y con clase, en busca del traslado de la pelota por el piso y con velocidad en el que ejercieron, además, una enorme presión cuando les tocaba defender.
Vélez, a priori más poderoso pero que parecía incómodo con la actitud de los locales, muy activos, gozó de mejores oportunidades, fundamentalmente a balón parado, si bien Defensor no dejó en ningún momento de buscar el quiebre de la zaga visitante.
Poco a poco, los argentinos tomaron el papel dominante en el encuentro y mantuvieron una mayor posesión, aunque tuvieron que lidiar con una pegajosa defensa uruguaya que les impidió sacar beneficios de su superioridad.
El primer gol de Vélez llegó tras una jugada que comenzó con un error del arquero Irrazábal, que provocó un libre indirecto dentro de su área al agarrar torpemente con la mano una cesión de un compañero.
Vélez disparó a puerta y la pelota rebotó en la barrera, pero con la defensa uruguaya desconcertada, Ramírez recibió enseguida una pelota franca dentro del área para anotar el primer gol con un disparo muy ajustado al palo.
En la reanudación, el Defensor Sporting buscó el empate, impulsado por el joven Diego Rolan, mientras que el Vélez se limitó a controlar el centro del campo y esperar el error de su rival.
Aún así, apurados y con menos fuerzas que en la primera parte, los uruguayos pronto olvidaron el traslado de la pelota por el piso y se dedicaron a lanzar largos pelotazos hacia el área del Vélez, limitando sus opciones.
Muy desgastado, el Defensor Sporting comenzó a aflojar y entró en el último cuarto de hora de partido en desventaja física y anímica, lo que fue aprovechado por su rival para liquidar el partido.
A balón parado, Vélez superó a la defensa uruguaya y dejó la pelota muerta en el área chica para que Óbolo anotara el segundo para los visitantes, al minuto 80.
Sin apenas dar tiempo para celebrar, cinco minutos después el equipo de Gareca cerró el partido con un golazo de Domínguez de tiro libre, un remate preciso y potente que sirvió para rubricar el excelente trabajo de los argentinos.