La última vez que una tormenta de la envergadura del huracán Milton golpeó a Tampa Bay fue en 1921, cuando la ciudad era un poblado tranquilo de unos pocos cientos de miles de habitantes.
Hoy en día es una de las metrópolis de más rápido crecimiento en Estados Unidos, con más de 3 millones de habitantes y sumamente vulnerable a las inundaciones debido al cambio climático.
A medida que Milton avanza hacia Florida como huracán de categoría 5, muchos expertos temen que un siglo de buena fortuna ha terminado.
El Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos vaticina oleajes en Tampa Bay de entre 8 a 12 pies por encima de condiciones de marea normales, y entre 4 y 6 pulgadas de lluvia por el huracán Milton.
Toda la costa occidental de Florida es particularmente susceptible a los oleajes altos.
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La semana pasada el huracán Helene, que entró en tierra más al oeste, a unas 150 millas de Tampa, logró causar muertes por ahogamiento en el área de Tampa debido a fuertes oleajes de entre 5 y 8 pies por encima del nivel normal.
“Si hubiese entrado en tierra apenas un poquito más hacia el sur y hacia el este, hubiera sido mucho, mucho peor”, dijo Philip Klotzbach, investigador de huracanes de la Universidad Estatal de Colorado.
La mayor susceptibilidad se debe en parte a la topografía. La costa de Florida sobre el Golfo de México es de poca profundidad, con una ladera de tenue inclinación.
El más alto lecho marino actúa como barrera que retiene el agua de la tormenta, haciendo que el agua se desborde sobre la superficie. Ocurre lo contrario en la costa oriental de Florida, donde el lecho marino cae súbitamente a pocas millas de la orilla.
“Puedes tener la misma tormenta, la misma intensidad, el mismo todo, pero oleajes muy distintos”, observó Klotzbach.
Un reporte de 2015 de Karen Clark and Co., una compañía en Boston que se especializa en pronósticos de desastres naturales, concluyó que Tampa Bay es el lugar en Estados Unidos más vulnerable a las inundaciones a raíz de un huracán y que podría sufrir $175,000 millones en daños.
¿ESTÁN LISTOS LOS RESIDENTES PARA EL HURACÁN MILTON?
Si bien los floridanos no son ajenos a las tormentas, Tampa no ha estado en el trayecto de un huracán mayor en más de un siglo.
En ese lapso, la zona ha tenido un crecimiento explosivo. Decenas de miles de personas se mudaron allí durante la pandemia de COVID-19, muchas de ellas a las islas cerca de Clearwater y St. Petersburg, sobre las aguas usualmente plácidas y esmeraldas del golfo.
Más de 51,000 personas se mudaron allí entre el 2022 y 2023, convirtiéndola en la quinta zona metropolitana de Estados Unidos de mayor crecimiento, según datos del censo.
Los residentes de más larga data, tras numerosas falsas alarmas y tormentas cercanas como Irma en el 2017, podrían no estar preparados para un impacto directo.
Dice la leyenda que bendiciones de americanos nativos que vivían por esa zona y que construyeron montículos para ahuyentar a invasores han protegido al lugar de fuertes tormentas durante siglos.
El profesor de meteorología de MIT Kerry Emanuel dijo que un huracán en Tampa es como “el cisne negro”, el peor de los casos de lo que los expertos han advertido desde hace años.
“Es una gran población. Está muy expuesta y es muy inexperta, y eso es mal augurio”, dijo Emanuel, quien ha estudiado huracanes por 40 años. “Siempre pensé que Tampa era la ciudad por la cual más debíamos preocuparnos”.
¿ES EL CAMBIO CLIMÁTICO UN FACTOR?
Detrás de todas las olas y los vientos está el cambio climático. Las crecientes temperaturas, provenientes de los gases del efecto invernadero, han calentado los océanos, han hecho crecer los niveles del mar y han aumentado la humedad atmosférica, factores todos que determinan la fuerza de un huracán y su potencial para causar inundaciones.
“Debido al cambio climático, los modelos climáticos prevén que los huracanes causarán lluvias más intensas y un mayor riesgo de inundaciones costeras debido al mayor oleaje causado por el aumento del nivel del mar”, dijo Angela Colbert, científica del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA, en reporte del 2022.
El lunes, el Centro Nacional de Huracanes calificó a Milton como tormenta de categoría 5 debido a que su intensidad aumentó 75 millas por hora en las 24 horas previas.
Una razón podría ser las temperaturas del agua particularmente altas, que actúan como combustible para la tormenta.
“La velocidad con la que Milton se intensificó es increíble”, dijo en un email Brian McNoldy, investigador de la Universidad de Miami.
“Desde hace meses he estado advirtiendo: las aguas del golfo están a niveles récord o casi récord”.
Añadió que, debido a la elevación del nivel del mar producido por el cambio climático, las aguas del huracán Andrew estarían hoy en día 7 pulgadas por encima de donde estaban cuando la tormenta azotó Florida 30 años atrás.
¿HAY EVACUACIONES EN TAMPA?
Las autoridades de la zona empezaron el lunes a emitir órdenes de evacuación para seis condados alrededor de Tampa Bay donde viven cerca de 4 millones de habitantes.
En particular riesgo están los residentes de casas móviles, vehículos recreativos y casas manufacturadas incapaces de soportar vientos de 110 mph.
Kevin Guthrie, director de la División de Gestión de Emergencias de Florida, exhortó enfáticamente a los habitantes de las zonas costeras a que evacúen, notando que los habitantes de las islas que murieron durante el huracán Ian en 2022 estarían vivas hoy en día si hubiese cruzado el puente y conseguido refugio en la parte continental.
“Por favor, si están en el área de Tampa Bay, tienen que evacuar. Si se ha emitido una orden de evacuación, les ruego, les imploro, que evacúen. Las muertes por ahogamiento debido a aguas crecidas son cien por ciento evitables si se salen de ahí”, declaró Guthrie.
De manera casi inexplicable, las tormentas han pasado a Tampa por alto: La mayoría de los fenómenos en el golfo han afectado a las zonas muy al norte de la ciudad.
La última vez que la zona de Tampa fue abofeteada por el ojo de un huracán grande fue el 25 de octubre de 1921.
El huracán no tenía nombre oficial, pero hoy en día se le conoce como la tormenta de Tarpon Springs, por el pueblo costero por donde entró.
El oleaje generado por ese huracán, estimado como de categoría 3 con vientos de 129 mph fue calculado en 11 pies. Por lo menos ocho personas murieron y los daños ascendieron a unos $5 millones.
Hoy en día, la zona turística célebre por sus playas de arena blanca ha crecido aceleradamente, con una economía estimada de casi $200,000 millones. El huracán Milton amenaza con arrasar todo ese desarrollo.