UVALDE, Texas - Kim Kardashian está haciendo un llamado al Departamento de Prisiones para que deje salir temporalmente al padre encarcelado de una víctima de la masacre escolar de Texas, para que pueda asistir a su funeral.
La socialité publicó este jueves una publicación temporal en su cuenta de Instagram con la fotografía de Eliahna "Ellie" Torres, de 10 años, quien murió el pasado martes 24 de abril junto a otros 18 estudiantes y dos maestras luego que un joven de 18 años entrara armado a la Escuela Primaria Robb y dispara.
"Su familia está desesperadamente esperando que su padre, quien está encarcelado por un cargo de droga no violento, se le otorgue una liberación temporal para que atienda su funeral", escribió Kardashian.
"Al momento, las peticiones han sido negadas. Pido al Buró de Prisiones que le otorgue a Eli Torres una liberación temporal para que le pueda dar adiós a su bebe", agregó.
"Todo padre merece ese derecho", escribió en el mensaje.
Manténte al tanto de las noticias locales y del estado del tiempo. >Suscríbete a nuestros newsletters gratuitos aquí.
Esta no es la primera vez que Kim Kardashian se pronuncia públicamente sobre un caso judicial.
Hace solo dos meses, la empresaria pidió que se detuviera la ejecución de Melissa Lucio, la madre hispana condenado de haber matado a su hija de 2 años en Texas.
"Por favor firmen la petición para instar al gobernador Greg Abbott a detener su ejecución. Son historias como las de Melissa las que me hacen hablar tan alto sobre la pena de muerte en general y por qué debería prohibirse cuando personas inocentes están sufriendo", expresó la integrante del clan Kardashian.
Su ejecución fue pospuesta el 25 de abril por el Tribunal de Apelaciones de Delitos Penales de Texas. Ahora, el Congreso de Texas analizara los argumentos y debe llegar a una conclusión.
En diciembre de 2021, Kardashian también se expresó a favor del camionero cubano Rogel Aguilera-Mederos, luego de recibir una condena de 110 años de prisión por un accidente mortal en una autopista de Colorado en abril de 2019, que dejó cuatro muertos y seis heridos.
Tras una polémica nacional, el gobernador de Colorado, Jared Polis, decidió reducir drásticamente la condena a 10 años y podría salir bajo libertad condicional en diciembre del 2026.