Nueva York

Por qué víctimas de acoso sexual demoran en denunciar y razones erróneas por las que no se les cree

Expertos y defensores estudian y desmantelan las razones erróneas por las que se desacredita a las víctimas de acoso y abuso sexual.

Telemundo

Los recientes acontecimientos a raíz de las acusaciones de acoso sexual que enfrenta el gobernador Andrew Cuomo, traen de nuevo a la discusión pública una interrogante que con excesiva frecuencia se repite: ¿Por qué las denunciantes, víctimas y sobrevivientes de abuso/acoso sexual demoran en denunciar la conducta inapropiada o criminal?

A las víctimas y sobrevivientes les tomó décadas hablar respecto a los abusos de Harvey Weinstein y Jeffrey Epstein. Y para entonces también afloraron muchas razones por las que no se les creyó, aunque movimientos como #MeToo (#YoTambién) han sido la plataforma para estudiar y desmantelar las razones erróneas por las que se desacredita a las víctimas de acoso y abuso. 

Similar a lo que ocurrió en los casos anteriores, durante la investigación en curso para esclarecer las denuncias en contra del gobernador Cuomo, varias personas han recurrido a las redes sociales para señalar su incertidumbre por la demora prolongada de las denunciantes para informar sobre los incidentes. 

Sin embargo, el Dr. Jaime H. Cárcamo, psicólogo experto en el tratamiento del estrés postraumático, explicó que acciones como guardar silencio sobre el hecho son distintivas después de un avance no deseado o un ataque sexual.

LOS FACTORES NEUROBIOLÓGICOS

Cárcamo, con más de 20 años tratando el estrés postraumático, detalló los factores neurobiológicos que explican acciones tales como que la víctima incluso continúe la relación laboral con el agresor antes de que se anime a denunciar. 

“Las víctimas de acoso y abuso sexual presentan mayor sintomatología psiquiátrica que la población general que influyen directamente en el porqué del silencio y otros motivos que inhiben la denuncia contra el agresor. Los trastornos psiquiátricos más comunes que las víctimas presentan después de una experiencia traumática son la depresión, la ansiedad, abuso de substancias y el Trastorno de Estrés Postraumático (TEPT)”, dijo el experto. 

Además, el que una víctima asuma que merece o provocó el abuso o el acoso, el estado de shock durante el incidente, la incapacidad de recordar el orden de los sucesos, parálisis por temor a desafiar a la figura de poder y reprimir recuerdos como método de defensa psicológica no solo son acciones legítimas, sino comunes durante o después del incidente, añadió. 

Existen cuatro tipos de síntomas de TEPT que los sobrevivientes de abuso y acoso sexual desarrollan, expresó Cárcamo, pero el especialista hizo énfasis en los síntomas de evasión. La víctima intenta evitar situaciones o personas que desencadenan recuerdos del evento traumático, lo que explica por qué algunas personas rehúsan confrontar a su agresor, indicó. 

También destacó los síntomas cognitivos, que explican por qué una víctima tiene problemas para recordar detalles importantes sobre el evento traumático. 

“Los síntomas de TEPT en general comienzan poco después del acontecimiento traumático, pero incluso pueden aparecer meses o años después. También pueden ir y venir por muchos años. Muchas víctimas de acoso o abuso sexual evaden hablar de la experiencia traumática ya que esta provoca  ansiedad intensa, que es paralizante y aterradora. Temen la revictimización, y volver a experimentar los síntomas del trauma”, explicó. 

“Las víctimas también intentan evitar situaciones, emociones, o personas que desencadenan recuerdos del evento traumático. Se sobresaltan con facilidad y tienen pensamientos negativos sobre sí mismos o el mundo en general. Es debido a todos estos síntomas que las personas guardan silencio, porque el hablar o recordar el antecedente traumático provoca síntomas debilitantes”, añadió. 

LOS FACTORES SOCIOECONÓMICOS 

Ligia Guallpa, directora del Proyecto de Justicia Laboral (WJP), una organización sin fines de lucro de defensa de los jornaleros y las trabajadoras domésticas, comentó que solo en 2019 el grupo ayudó a una decena de trabajadoras a presentar casos de acoso sexual en el lugar de trabajo y violencia en el hogar. 

Guallpa señaló que la pandemia del coronavirus agudizó lo que describió como una cultura generalizada de acoso sexual en el lugar de trabajo. El mayor problema, enfatizó, es el hecho de que las víctimas rehúsan denunciar por tres razones fundamentales: temor a la condena social y del círculo familiar, pérdida del empleo y temor a confrontar al agresor. 

“El acoso sexual y cualquier otro tipo de violencia de género se ha normalizado”, sentenció. “Y la normalización es parte de ese círculo de opresión, en especial para la mujer inmigrante, que también es común que sufra violencia en el hogar”, indicó la defensora. 

“El primer temor de la víctima cuando se la plantea denunciar es que no se le crea. El año pasado escuchamos sobre numerosos casos, pero las víctimas hablan al respecto solo en círculos confidenciales, lo que llamamos espacios seguros. Pero de ese punto a la denuncia a las autoridades existe una gran brecha plagada de desafíos. Como defensores, lo más difícil para nosotros es alentar a la víctima a denunciar, es un proceso muy complejo”, explicó Guallpa. 

La organizadora dijo que si bien Nueva York es uno de los estados con las leyes más estrictas sobre el acoso sexual en el lugar de trabajo en toda el país, esto es apenas una parte de la ecuación, pues, en su opinión, hace falta una mayor diligencia para enforzar las leyes en el lugar de trabajo, en especial en las industrias que más contratan a mujeres inmigrantes. 

Además, dijo Guallpa, las víctimas requieren mayor acceso a servicios de salud mental en su idioma.
“Es común que las trabajadoras no sepan identificar el acoso sexual”, dijo la defensora.

HISPANOS EXPERIMENTAN EN MAYOR MEDIDA EL ACOSO SEXUAL EN EL LUGAR DE TRABAJO

El acoso sexual en el lugar de trabajo es un flagelo más común de lo que se piensa, pues 1 de cada 10 residentes lo ha experimentado en algún momento de sus carreras profesionales en el estado de Nueva York, según la encuesta Empire State de 2018, publicada el año pasado por The Worker Institute de The New York State School of Industrial and Labor Relations, asociada a la Universidad de Cornell. 

Casi 1 de cada 8 mujeres (12.2%) de Nueva York informaron haber experimentado acoso sexual en el trabajo, mientras que el 9.5% de los hombres de Nueva York también lo denuncian.

En el estado de Nueva York, las personas de color tienen más probabilidades de experimentar acoso sexual que sus contrapartes blancas no hispanas: el 13.9% de las personas de color y de origen hispano, en comparación con el 8.5% para los blancos no hispanos.

“Debido a que el acoso sexual en el lugar de trabajo es frecuente y complejo, los esfuerzos para responder deberán ser de base amplia y contar con el apoyo y la participación de una variedad de grupos, incluidos empleadores, sindicatos y centros de trabajadores, abogados, educadores, legisladores y defensores de la lucha contra la violencia”, dijo en un comunicado de prensa Linda Barrington, decana asociada de extensión e investigación patrocinada de The New York State School of Industrial and Labor Relations. 

Alicia McCauley, portavoz de la Comisión de Derechos Civiles de la Ciudad de Nueva York, enfatizó que la agencia ofrece servicios en más de 30 idiomas, además de que nunca se pregunta sobre el estado migratorio.

“Si alguien nos revela su estatus migratorio, no compartimos esa información con nadie. El plazo de prescripción del acoso por motivos de género es de 3 años, pero incluso si ocurrió hace más de 3 años, informar es importante porque puede ayudarnos a determinar si existe un patrón”, indicó. “La denuncia también se puede hacer de forma anónima”. 

La Comisión alienta a cualquier persona que crea que ha sido víctima de acoso sexual o discriminación por motivos de raza o género a denunciar al 212-416-0197 o visitando www.nyc.gov/humanrights. El sitio web se puede ver en español.

Para más información por favor visita nuestra guía Acoso sexual en el lugar del trabajo, qué dice la ley en Nueva York y cómo denunciar.

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