NUEVA YORK -- A pesar de las peticiones de los defensores del transporte público para eludir a la gobernadora, la junta de la MTA votó abrumadoramente el miércoles a favor de aceptar la “pausa” de los precios de congestión que Kathy Hochul había ordenado hace tres semanas.
La votación de 11 a 1 significa que el programa de peaje está suspendido indefinidamente. Estaba previsto que entrara en vigor el domingo.
El presidente de la MTA, Janno Lieber, insiste en que la pausa es temporal.
“Cuando llegue esa resolución financiera”, dijo Lieber, “si Dios quiere, estaremos listos para poner a Humpty Dumpty nuevamente”.
La MTA ya ha comprometido más de $600 millones en 108 lectores de matrículas repartidos por Manhattan y se dispuso a cobrar $15 a la mayoría de los vehículos que viajan al sur de la calle 61 en el condado más congestionado de la ciudad.
El 5 de junio, Hochul suspendió el programa, citando la lenta recuperación económica de la ciudad y el regreso a las oficinas luego de la pandemia de una manera más lenta de la esperada. Pero muchos analistas de tránsito sospechan que la política influyó: los candidatos al Congreso en distritos suburbanos indecisos expresaron su oposición a las urnas.
Manténte al tanto de las noticias locales y del estado del tiempo. Suscríbete a nuestros newsletters gratuitos aquí.
Los partidarios han dicho que los precios por congestión mejorarían la calidad del aire y generarían $15 mil millones para proyectos de capital de la MTA. Se esperaba que rindieran $400 millones de dólares este año y luego $1,000 millones de dólares al año, según la Oficina de Presupuesto Independiente de la Ciudad de Nueva York.
Local
Ahora, muchos de esos proyectos, como la siguiente fase del metro de la Segunda Avenida, están oficialmente en veremos.
Antes de la votación del miércoles, 140 oradores públicos se habían inscrito para comentar en la reunión. La mayoría de ellos expresaban su oposición a la pausa de la gobernadora, a pesar de que las encuestas a nivel estatal muestran que la mayoría de los residentes se oponían a los precios de congestión.
