NUEVA YORK – La Ciudad de Nueva York es una ciudad que no solo se caracteriza por todas las actividades que ofrece, pero por ser una ciudad en la que se perciben todo tipo de olores y aromas.
Para muchos residentes, esos olores no son tan agradables, y uno de ellos es el de la marihuana.
“Huele a aguas negras, si huele feo, a suciedad, a suciedad”, señaló un neoyorquino a Telemundo 47.
“Como a marihuana”, respondió otro residente.
Desde que se aprobó la ley para fumar la marihuana recreativa, esta actividad, se ve en todas partes de los cinco condados.
Sin embargo, las personas que no fuman este producto, llamados “fumadores secundarios”, están expuestos al humo y el olor.
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Ante esto, existen diferentes medidas para proteger a las personas.
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Medidas para proteger a los fumadores secundarios
“Nosotros tenemos diferentes reglas, para proteger a nuestro público”, dijo Oswald Feliz, concejal distrito 16. “Hemos pasado una legislación para proteger a nuestros niños, pero todavía falta mucho trabajo por hacer. Si uno está por ejemplo en un edificio o en un apartamento, “no” debería entrar ese olor a la residencia porque posiblemente afecta la salud de uno mismo y la de la familia”.
Según la ley, tanto en la ciudad y como el estado, no se puede fumar marihuana, mientras se maneja. Tampoco en los edificios residenciales de NYCHA, ni en lugares públicos, como parques, escuelas y hospitales.
Nueva York es uno de los 22 estados de la nación, que aprobaron el uso de la marihuana recreativa.
En la Gran Manzana se puede fumar libremente mientras se esté en el aire libre, como aceras y por ejemplo a una distancia de 100 pies de una guardería.
La policía no puede detener a nadie por fumar en la vía pública. La edad mínima para fumar marihuana es de 21 años y se exige responsabilidad de saber dónde no fumar, especialmente, donde hay niños, personas enfermas o de edad avanzada.
Cuáles son los riesgos para los no fumadores
Según la Fundación Americana para el derecho de los “no” fumadores, aquellos que no fuman y están expuestos al humo de la marihuana de otros, corren el en riesgo de respirar las partículas finas del humo del cannabis, que se pueden alojarse en los pulmones. Así como un cigarrillo de tabaco, fumar en lugares cerrados, puede resultar en cáncer.
“El olor de verdad es más grave, de lo que nosotros estábamos pensando”, dijo la dra. Denisse Núñez. “Tiene muchísimos efectos. desde neurológico hasta la parte respiratoria, cardiovascular”.
