El lenguaje de la ley de estímulo financiero aprobada por el Senado el miércoles deja fuera a los contribuyentes que pagan sus impuestos con un Número de Identificación Personal del Contribuyente (ITIN), el cual se otorga las personas que no tienen un número de seguro social.
El ITIN permite a los trabajadores indocumentados cumplir con sus responsabilidades fiscales, algo que las autoridades de inmigración requieren como prueba de buena moral en caso de que se inicie un proceso para regularizar el estatus.
Los defensores de los inmigrantes y legisladores arremetieron contra la ley de estímulo económico de $2 billones por omitir a un sector que aporta dinero del cual se benefician ciudadanos estadounidenses y titulares de la tarjeta verde, además de otros inmigrantes con estatus legal migratorio.
Según un estudio de New American Economy, los inmigrantes indocumentados aportan en promedio $ 13 mil millones al Seguro Social y $ 3 mil millones a Medicare al año. Son fondos que costean una buena parte de los programas de ayuda pública, una contribución considerable, en especial cuando se proyecta que los fondos del Seguro Social podrían agotarse para 2034.
El sistema de Seguridad Social se ha vuelto cada vez más dependiente de este flujo de ingresos, a medida que los Baby Boomers comienzan a jubilarse.
Stephen Goss, el principal actuario de la Administración del Seguro Social, estimó en un reporte que alrededor de 1.8 millones de inmigrantes trabajaron con tarjetas de Seguro Social falsas o robadas en 2010, y proyectó que ese número podría llegar a 3.4 millones para 2040. Goss calculó que los inmigrantes indocumentados pagaron $ 13 mil millones en el fondo fiduciario de jubilación de ese año, y solo recibieron alrededor de $ 1 mil millones en beneficios.
"Estimamos que las ganancias de los inmigrantes no autorizados para trabajar en el país resultan ser un efecto positivo neto en el estado financiero de la Seguridad Social en general, y que esto en efecto contribuyó con aproximadamente $ 12 mil millones al flujo de efectivo del programa en 2010", concluyó Gross en una revisión de 2013 sobre la contribución de los inmigrantes indocumentados en la Seguridad Social.
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El Pew Research Center estima que 10.5 millones de inmigrantes indocumentados viven en los Estados Unidos, y aunque no tienen autorización legal para trabajar, unos 8 millones sí lo hacen, tanto dentro como fuera de los libros del IRS.
Dado que los inmigrantes indocumentados no tienen números de seguro social y no están autorizados para trabajar en el país, no cumplen con los requisitos para recibir beneficios del Seguro Social, ya sea que hayan ingresado al sistema o no.
¿CÓMO PAGAN A LA SEGURIDAD SOCIAL LOS INMIGRANTES INDOCUMENTADOS?
Mediante el impuesto sobre la nómina. El impuesto del 12 % deducido de los cheques de pago de los trabajadores asalariados, dividido entre la empresa y el empleado es el que financia el Seguro Social. Los trabajadores indocumentados generalmente usan un SSN falso o el SSN de otra persona cuando solicitan trabajos asalariados.
Muy pocos estados requieren que las empresas verifiquen a través de E-Verify si un empleado tiene la autorización para trabajar de forma legal en el país.
Otros estados tienen diferentes niveles de requisitos de E-Verify, de parcial a ninguno. No obstante, el gobierno del presidente Trump se ha enfocado en obligar a los estados a cumplir con los estándares del E-Verify, la base de datos del Departamento de Seguridad Nacional.
Además, los inmigrantes indocumentados que pagan impuestos de trabajo por cuenta propia a través de un ITIN también pagan a los fondos del Seguro Social, sin embargo, hasta ahora no hay estadísticas sobre los montos exactos de esa contribución.
Las contribuciones de los inmigrantes indocumentados a los fondos del Seguro Social ayudan a sus finanzas, en especial porque no están recibiendo beneficios.