Los llamados del expresidente Donald Trump para organizar protestas antes de una posible acusación formal en su contra en Nueva York han provocado una mínima reacción entre sus seguidores, e incluso algunos de sus más férreos partidarios opinan que la idea es una pérdida de tiempo o una trampa para que los arresten.
La ambivalencia suscita dudas acerca de si Trump, aunque sigue siendo el principal aspirante a la candidatura presidencial republicana en 2024 y sigue teniendo seguidores leales, tiene aún el poder de movilizar a sus partidarios de extrema derecha como lo hizo hace más de dos años antes de la insurrección en el Capitolio del 6 de enero de 2021.
También parece indicar que los cientos de arrestos que se produjeron luego del asalto a la sede del poder legislativo, además de los fallos judiciales y largas penas de cárcel, podrían estar inhibiendo el deseo de repetir un disturbio masivo.
Aun así, las agencias policiales en Nueva York están monitoreando de cerca la situación, revisando si hay llamados en internet a protestar o a cometer actos de violencia en caso de que Trump sea arrestado, con amenazas que varían en detalles y credibilidad, dijeron cuatro funcionarios a The Associated Press.
Los mensajes, en su mayoría publicados en internet y en grupos de chat, han incluido llamados para que los manifestantes armados impidan el paso a los agentes de la policía y traten de evitar cualquier posible arresto, de acuerdo con los funcionarios.
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Alrededor de la hora de apertura del complejo judicial de Manhattan el lunes por la mañana, un camión del Departamento de Policía de Nueva York comenzó a dejar decenas de vallas metálicas portátiles que podrían utilizarse para bloquear calles o aceras.
El Club de Jóvenes Republicanos de Nueva York realizó una pequeña protesta en la zona sur de Manhattan el lunes, y han surgido mensajes incendiarios pero aislados en plataformas de redes sociales radicales en los que se exhorta a enfrentamientos armados con la policía en la residencia de Trump de Mar-a-Lago, en Florida.
Pero casi dos días después de que Trump afirmó en su plataforma Truth Social que esperaba que lo arrestaran el martes y pidió a sus seguidores salir a protestar, hay escasos indicios de que sus partidarios estén planeando eventos como los del 6 de enero. En la protesta realizada en el Bajo Manhattan, los reporteros superaban en número a los manifestantes a favor de Trump. Y un prominente seguidor que fue organizador de los mítines previos al asalto al Capitolio escribió en Twitter que esta vez se haría a un lado.
Ali Alexander, quien organizó mítines en los que promovía las afirmaciones sin fundamento de fraude electoral hechas por Trump, advirtió a los seguidores esta vez que si salían protestar en la Ciudad de Nueva York podrían ser “encarcelados o algo peor”.
“Allí no tienen derechos ni libertades”, tuiteó.
Uno de los aliados de Alexander en los mítines fue Alex Jones, quien propaga teorías de conspiración y difundió las afirmaciones de fraude en su plataforma Infowars. Alexander escribió que había hablado con Jones y que ninguno de ellos iba a salir a protestar.
“Ya los dos estamos bastante ocupados luchando contra este Gobierno”, indicó Alexander. “Ningún millonario pagará nuestras facturas”.
Roger Stone, un antiguo asesor de Trump que habló en mítines el día antes de la insurrección en el Capitolio, también aconsejó cautela.
“Si decides protestar públicamente, es de vital importancia que mantengas tu protesta pacífica, civilizada, ordenada y completamente legal”, dijo el lunes, alegando que algunos en la izquierda quieren fomentar la violencia y culpar de ella a Trump. “Bajo ninguna circunstancia caigan en esa trampa”, destacó Stone. “Por favor, mantengan su protesta pacífica y respetuosa”.
Un jurado investigador está revisando pagos hechos a mujeres que afirmaron haber tenido encuentros sexuales con Trump para comprar su silencio. Los fiscales no han dicho cuándo concluirá su trabajo o si presentarían cargos. Los representantes republicanos escribieron el lunes al fiscal de distrito de Manhattan, Alvin Bragg, para solicitar documentos relacionados con su investigación, la cual, señalaron, era un “abuso sin precedentes de la autoridad judicial”.
Kunzelman informó desde Silver Spring, Maryland. Los periodistas de The Associated Press Colleen Long y Michael Balsamo en Washington, Farnoush Amiri en Orlando, Florida, Anthony Izaguirre en Tallahassee, Florida, y Larry Neumeister en Nueva York contribuyeron a este despacho.