La procuradora general de Nueva York recomendó el viernes al Departamento de Policía de Nueva York que frene las paradas de tráfico por infracciones menores, un cambio radical que, según ella, evitaría encuentros como el del año pasado en El Bronx, el cual se intensificó con rapidez y terminó en la muerte de un padre dominicano.
La procuradora general Letitia James, quien actúa como fiscal especial designada para investigar ciertas muertes bajo custodia policial, argumentó que las paradas de tránsito por infracciones menores a menudo terminan en violencia. La funcionaria se refirió a la muerte de Allan Feliz en octubre pasado después de que fue detenido por una violación del cinturón de seguridad.
La oficina de James concluyó que el uso de fuerza por parte de la Policía de Nueva York estaba justificado, pero que la secuencia de eventos que condujeron a la muerte de Feliz nunca habría ocurrido si los uniformados no lo hubieran detenido al padre en primer lugar.
La policía habría intensificado la tensión al intentar arrestar a Feliz bajo órdenes pendientes por delitos de bajo nivel como escupir, tirar basura y conducta desordenada, dijo la oficina de James.
Feliz al inicio obedeció cuando un oficial le pidió que saliera de su automóvil, pero luego saltó y trató de huir, dijo la oficina de James en un informe sobre su muerte.
El sargento Jonathan Rivera usó una pistola paralizante para someter a Feliz, quien puso el vehículo en marcha y trató de escapar. Rivera le disparó a Feliz una vez en el pecho, causándole la muerte.
La oficina de James concluyó que el proceder de Rivera estaba justificado al dispararle a Feliz en parte porque temía que el movimiento del vehículo pusiera en peligro a otro oficial que estaba cerca, según el informe.
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"La supuesta justificación del oficial es un cuento de hadas", dijo Robert Vilensky, abogado de la familia Feliz, que está demandando al Departamento de Policía de Nueva York. "La justificación es una historia inventada para racionalizar el asesinato de un civil anónimo", añadió.
El NYPD tiene una unidad separada de personal que no son oficiales, sino que dirigen el tráfico y reparten multas de estacionamiento, pero que también tienen una interacción limitada con el público. La recomendación de James está dirigida a los agentes que detienen a las personas por cuestiones como exceso de velocidad, infracciones del cinturón de seguridad y otras infracciones.
Si los oficiales de policía van a seguir involucrados en la aplicación de la ley de tránsito, dijo la oficina de James, el Departamento de Policía debería eliminar una política que aliente a los oficiales a arrestar a cualquier automovilista que tenga una orden abierta.