CEDAR FALLS, Iowa — Bernie Sanders se siente cada vez más seguro de que puede ganar la semana que viene la primera consulta de las primarias demócratas en Iowa mientras sus rivales deciden qué actitud tomar hacia un candidato al que le dan pocas posibilidades de derrotar a Donald Trump en las elecciones presidenciales.
Joe Biden lo criticó indirectamente, sin mencionarlo, al hablar del costo de sus propuestas más ambiciosas: Un seguro médico universal, educación universitaria gratis y fuertes medidas para contener el cambio climático.
“No creo que ganes votos con esas propuestas”, dijo Biden el lunes en una presentación en Cedar Falls. “Al contrario, creo que espantan a la gente”.
Del otro lado del estado, en Boone, Pete Buttigieg planteó también el tema de si Sanders puede vencer a Trump.
Cuando se le mencionó que Sanders se había negado en una entrevista reciente a decir cuánto costaría su plan de salud, Buttigieg dijo que “lo más notable es que no explica cómo va a funcionar todo eso”.
Decisión
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Sanders se describe a sí mismo como un socialista democrático y la posibilidad de que gane la consulta de Iowa y tome impulso con miras a las votaciones posteriores alarma al establishment del partido.
Esa ansiedad no salió a la luz en presentaciones de Biden y Buttigieg, dos candidatos moderados, que desistieron de criticarlo abiertamente, prefiriendo hablar de la necesidad de unir al partido y de derrotar a Trump.
Estas actitudes frustran a quienes esperan posturas más firmes de sus candidatos.
“Es asombroso que nadie aparte de nosotros y de un puñado de gente más esté dispuesto a decir algo que es evidente: Que si (Sanders) gana (las primarias), va a ser increíblemente duro para nosotros derrotar a Trump y conservar la mayoría en la Cámara de Representantes”, afirmó Matt Bennett, cofundador del grupo de estudios moderado Third Way.
Nada garantiza que Sanders vaya a alzarse con la nominación demócrata. Una encuesta del New York Times/Siena College difundida el sábado indicó que Sanders tiene una leve ventaja en Iowa, aunque las consultas señalan que Buttigieg, Biden y Elizabeth Warren también tienen posibilidades.
En New Hampshire varias encuestas tienen a Sanders arriba también.
Esto plantea un delicado desafío a Biden y Buttigieg, que saben que la candidatura de Sanders tomará fuerza si gana en Iowa el lunes y en New Hampshire la semana siguiente.
Ambos, no obstante, deben decidir cómo hacer frente al senador de Vermont, evitando el tipo de animosidad que tanto daño causó a la candidatura de Hillary Clinton en el 2016.
Clinton y Sanders tuvieron un agrio enfrentamiento en esa contienda.
Tanto Biden como Buttigieg trataron de movilizar a sus bases en los últimos días hablando de la cantidad de dinero que está recaudando Sanders.
El magnate Michael Bloomberg, que tiene dinero de sobra para gastar en la campaña, dijo durante su paso por Burlington, Vermont, que tiene a su favor su experiencia como empresario exitoso y negó la necesidad de una revolución, como propone Sanders.
“Para quienes creen que este país necesita evolucionar, no una revolución, yo soy el candidato ideal”, dijo Bloomberg.
Cuestionar a Sanders no es fácil. Él y Warren tenían un pacto de no agresión hasta que ella afirmó hace poco que Sanders le había dicho en privado, en el 2018, que una mujer no podría ser elegida presidenta en el 2020.
Sanders lo negó. Warren no se benefició en nada al mencionar este tema.
Ian Sams, quien fue vocero de dos rivales previos de Sanders -Clinton y Kamala Harris- dijo que no cree que por ahora los otros candidatos vayan a cuestionar duramente al senador de Vermont.
Pero que las cosas podrían cambiar si gana en Iowa.
“Sus rivales tienen que ponerse las pilas si quieren frenarlo porque, en una primaria, él no va a cometer costosos errores”, sostuvo.