Juez federal ordena liberación de padre ecuatoriano

NUEVA YORK – Un juez federal ordenó la liberación del padre ecuatoriano Pablo Villavicencio, detenido por autoridades de inmigración en una base militar de Brooklyn tras entregar una pizza. 

El juez federal Paul Crotty escuchó los argumentos del caso durante una audiencia la mañana del martes. 

Horas más tarde, el magistrado emitió una orden de "liberación inmediata", pues su deportación "no es razonable". 

El juez dictaminó que Villavicencio puede permanecer en Estados Unidos mientras agota su derecho a completar un esfuerzo para obtener un estatus legal.

Villavicencio salió del centro de detención en el condado de Hudson poco antes de las 9:00 p.m. del martes.

El padre fue recibido con abrazos y besos de su esposa y sus dos hijas pequeñas. Pablo agradeció a los grupos comunitarios que lo respaldaron y a la prensa antes de abordar una camioneta. 

El magistrado escribió que, a pesar de que Pablo permaneció ilegalmente en el país, demostró ser un "ciudadano modelo". 

"No tiene antecedentes penales", escribió el juez. "Ha pagado sus impuestos y ha trabajado diligentemente para mantener a su familia".

El padre ecuatoriano, de 35 años, habría entregado una pizza en la Base Militar Garrison Fort Hamilton, en General Lee Avenue, en Brooklyn, en donde presuntamente fue interrogado acerca de su estatus migratorio en el país y retenido ilegalmente por el personal militar, según su esposa Sandra Chica.

Chica dijo que el padre estuvo detenido en el lugar hasta que llegaron agentes de inmigración.

La madre, una ciudadana estadounidense, dijo que sus hijas de 3 y 4 años nacieron en el país y que solicitó la residencia permanente para Pablo en febrero pasado.

Durante la audiencia del martes, los abogados de Villavicencio clamaron por su libertad y argumentaron que no había razón para mantenerlo en el centro de detención en Nueva Jersey, en donde estuvo recluido 53 días. 

Adriene Holder, la abogada a cargo de la práctica civil en Legal Aid Society, dijo que la regla de "ley, humanidad y moralidad" prevaleció en el caso. 

El magistrado escuchó los argumentos de la defensa y del fiscal federal adjunto Joseph Cordaro, quien pidió que el caso fuera transferido al Estado Jardín por asuntos de jurisdicción, además de que solicitó que el padre permaneciera detenido. 

Los defensores informaron que Villavicencio y su esposa Sandra Chica tienen una cita el próximo 21 de agosto ante oficiales del Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS, por sus siglas en inglés) como parte del proceso de residencia legal.

Chica, una ciudadana estadounidense, pidió la residencia legal para Villavicencio, pero su detención interrumpió el proceso.

Será el 21 de agosto cuando USCIS revise la petición de ajuste de estatus que la pareja presentó en febrero pasado. 

Villavicencio firmó en 2010 una salida voluntaria luego de que le fuera denegada una solicitud de asilo.

Chica comentó que el incidente en la base militar fue tan horrendo y devastador, que incluso el personal militar se quedó con la pizza después de entregar al padre a los agentes de inmigración.

La familia ha clamado la ayuda de las organizaciones proinmigrantes y de los legisladores del área. El gobernador Andrew Cuomo expresó su apoyo a la familia y se unió a las voces que clamaron por la liberación de Villavicencio. 

Según defensores, los miembros del ejército no tienen la autorización para detener a civiles para interrogarlos acerca de su estatus migratorio y retenerlos para entregarlos a agentes de inmigración.

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