Advertencia: las imágenes mostradas como parte de la evidencia durante el juicio de Derek Chauvin pueden ser perturbadoras para algunas personas.
MINNEAPOLIS - Desde el banquillo de testigos, Genevieve Hansen, una bombera que estaba fuera de turno el pasado 25 de mayo, no pudo contener sus lágrimas al narrar cómo recuerda ver a George Floyd tirado en el suelo, hinchado y soltando “un líquido”.
"Noté que algo de líquido provenía de lo que parecía el cuerpo de George Floyd y, en muchos casos, vemos a un paciente vaciar su vejiga cuando muere”, dijo la uniformada.
"No puedo decirles exactamente de dónde venía el líquido, pero ahí fue a donde fue mi mente. No se estaba moviendo. Lo estaban restringiendo pero no se estaba moviendo”, continuó.
La mujer de Minneapolis, que necesitó un pañuelo y agua mientras daba su testimonio, aseguró que no se le permitió brindar asistencia médica a Floyd.
Manténte al tanto de las noticias locales y del estado del tiempo. >Suscríbete a nuestros newsletters gratuitos aquí.
“Había un hombre al que se le estaba matando”, dijo Hansen.
Hansen, quien detalló su capacitación como técnica médica de emergencia, es una de las voces que se escucha en el video del suceso diciendo a los oficiales que le revisaran el pulso de Floyd.
La mujer luego llamó al 911 para reportar lo que vio.
La segunda jornada del juicio contra el expolicía Derek Chauvin, acusado de asesinar al afroamericano George Floyd, se caldeó este martes con el testimonio de varios testigos de su muerte en mayo pasado en Minneapolis. Entre ellos la de la adolescente que grabó el video, un luchador de artes marciales mixtas y la bombera.
"Él (Chauvin) solo nos miraba. Tenía una mirada fría, sin corazón. No le importábamos. Parecía que no le importaba lo que estábamos diciendo y no cambiaba nada de lo que él estaba haciendo", afirmó Darnella Frazier, la joven que grabó el video del suceso que se hizo viral y en el que se ve cómo Chauvin hincó la rodilla en el cuello de Floyd.
Frazier, ahora de 18 años y que en aquel momento era menor de edad, aseguró que el acusado fue presionando su rodilla "más fuerte" conforme avanzaba el tiempo.
Antes de la joven ofreció su testimonio Donald Williams, considerado "testigo crucial" al haber sido profesional en artes marciales mixtas y agente de seguridad, y conocer técnicas de inmovilización y estrangulamiento, de lo que fue preguntado.
En su declaración, Williams explicó que llamó al número de emergencias de la Policía para denunciar a los agentes implicados en el incidente, porque creyó que estaba siendo "testigo de un asesinato".
"Llamé a la Policía para denunciar a policías (...) Porque creo que fui testigo de un asesinato y sentí la necesidad de llamar a la Policía", dijo Williams al ser preguntado por el fiscal de Minnesota, Matthew Frank, en el arranque del segundo día del juicio.
El testigo apuntó que primero intentó razonar con los agentes presentes en la escena del crimen, cuando vio cómo Chauvin presionaba la rodilla sobre el cuello de Floyd, pero como no le hicieron caso, llamó al teléfono de emergencias 911.
En esa llamada, que fue reproducida en el juicio, se puede oír a Williams diciéndole a un operador que un oficial de la policía estaba "tratando de matar a un ciudadano" frente a la tienda Cup Foods, en la esquina en la que Floyd pereció.
Chauvin está acusado de los cargos de asesinato en segundo grado, penado con hasta 40 años de cárcel; asesinato en tercer grado, con una condena máxima de 25 años; y homicidio en segundo grado, que acarrea hasta 10 años de privación de libertad.
Sin embargo, como no tiene antecedentes penales solo podría ser condenado a un máximo de 12.5 años de prisión por los primeros dos cargos y a 4 años de cárcel por el tercero.