El soldado estadounidense que entró corriendo en Corea del Norte tras atravesar la fortificada frontera entre las dos coreas llegó el jueves de madrugada a Estados Unidos.
Corea del Norte anunció de improviso el miércoles que expulsaría al soldado Travis King. Su regreso se organizó con ayuda de la aliada Suecia y la rival China, indicó el miércoles la Casa Blanca.
Aunque las autoridades dijeron que King, de 23 años, estaba bien de salud y que la prioridad sería atenderle y reintegrarle en la sociedad estadounidense, sus problemas estaban lejos de terminar.
King, quien había servido en Corea del Sur, cruzó a la carrera hacia Corea del Norte mientras se encontraba en un recorrido turístico en una aldea fronteriza el 18 de julio, convirtiéndose en el primer estadounidense confirmado en ser detenido en Corea del Norte en casi cinco años.
En ese momento se suponía que King debía estar camino de la base de Fort Bliss, Texas, tras purgar una pena por agresión en una cárcel surcoreana.
Ha sido declarado como ausente sin permiso por el Ejército. En muchos casos, alguien que pasa más de un mes en esa situación pasa a estar considerado de forma automática como desertor.
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Las sanciones por ausentarse sin autorización pueden variar y dependen en parte de si el militar regresó de forma voluntaria o fue capturado. La entrega de King por parte de las autoridades norcoreanas complica más la cuestión.
Un video emitido el jueves por una cadena de noticias de Texas parecía mostrar al soldado bajando de un avión en San Antonio, Texas. Vestido con ropa de civil, habla brevemente con personas que esperan en la pista de aterrizaje y estrecha la mano de una antes de ser guiado hasta un edificio.
Las autoridades habían indicado antes que sería trasladado al Centro Médico Militar Brooke en Fort Sam Houston, en Texas. Se esperaba que pasara revisiones psicológicas e interrogatorios. También tendría una oportunidad de reunirse con familiares.
Permanecerá bajo custodia militar durante todo el proceso, dadas las complicaciones de su situación legal.
Funcionarios suecos llevaron a King el miércoles hasta la frontera con China, donde fue recibido por el embajador estadounidense en China, Nicholas Burns, el embajador sueco en China y al menos un funcionario del Departamento estadounidense de Defensa.
King viajó por aire hasta una base militar estadounidense en Corea del Sur antes de regresar a Estados Unidos.
No estaba claro por qué Corea del Norte, que tiene tensas relaciones con Washington debido al programa nuclear de Pyongyang, el apoyo a la guerra de Rusia en Ucrania y otros asuntos, había aceptado entregarlo o por qué el soldado había huido en un principio.
Varios estadounidenses detenidos de forma reciente en el país estuvieron en torno a un año retenidos, 17 meses en el caso de Otto Warmbier, un estudiante universitario arrestado durante un viaje en grupo. Warmbier estaba en coma cuando fue deportado y falleció más tarde.
Corea del Norte ha sido acusada a menudo de utilizar a detenidos estadounidenses como herramientas de negociación, y había especulaciones sobre que Pyongyang intentaría aprovechar el valor propagandístico de tener a un soldado estadounidense.
Sin embargo, los analistas señalaron que los problemas legales de King han limitado su valor para la propaganda, y miembros del gobierno de Biden insistieron en que no habían hecho concesiones a Corea del Norte para conseguir la liberación del soldado.