Una parada para echar gasolina cambió para siempre la vida de un residente en Idaho, quien de la noche a la mañana se volvió millonario al jugar el Powerball.
Nathan Wood, quien trabaja como granjero en Kootenai, una pequeña ciudad de menos de 10,000 habitantes, fue el gran afortunado en ganar $2 millones del Powerball.
Ese día, el pasado 15 de mayo, paró a echar gasolina en una estación de servicio porque la bomba de combustible de su camión empezó a hacer ruidos extraños.
Como ya estaba allí, Wood compró en la gasolinera Arnie's Payless sus habituales de la Lotería de Idaho: dos Powerball y dos Mega Millions
Pocos días después, su esposa fue la encargada de darle la noticia que cambió su vida para siempre. “Ella me dijo que habíamos acertado las cinco bolas blancas del Powerball. Yo no podía creerlo. Y luego volví a sembrar cebollas”, aseguró el nuevo millonario.
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Aunque le costó procesar la noticia, luego cayó en cuenta de que era uno de los ganadores del Powerball, por lo que contactó a un contador antes de reclamar su premio.
Lo único que tiene claro sobre qué hará con el dinero es arreglar la bomba de combustible de su camión. ¿Y luego? Es incierto, toadvía no
Wood planea arreglar la bomba de combustible de su camión y luego tomar decisiones sólidas sobre cómo invertir sus ganancias en el futuro.
Por vender el boleto ganador, Arnie's Payless Gas recibe una comisión de la Lotería de Idaho por $25,000.