La Reserva Federal aprobó este miércoles un nuevo aumento en las tasas de interés, situándolas en su punto más alto en los últimos 22 años y a pesar de que la inflación se ha estancado en los últimos meses.
El aumento aprobado fue de un cuarto punto (0.25%), medida que restringirá aún más el acceso a créditos para negocios y consumidores y la cual deja la tasa referencial entre 5.25 % y 5.5%, la más alta desde 2007.
La decisión es un claro mensaje de la Reserva Federal en su batalla contra la inflación y para lograr su objetivo de que esta caiga al 2%, a pesar de que la inflación interanual en junio pasado fue del 3%.
Aunque la inflación ha disminuido en los últimos 12 meses, los consumidores siguen enfrentándose a los altos precios de los alquileres, viviendas y carros usados, entre otros.
Al aumentar sus tasas de interés, la Reserva Federal espera encarecer los préstamos y la inversión, reduciendo así la demanda general de bienes, servicios y mano de obra en la economía.
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"La inflación sigue obstinadamente alta", dijo Greg McBride, vicepresidente senior y analista financiero jefe de Bankrate. "La economía ha sido notablemente resistente, el mercado laboral aún es sólido, pero eso puede estar contribuyendo a la inflación alta", dijo McBride. "Así que la Fed tiene que apretar los frenos un poco más".
La Reserva Federal se encarga de equilibrar el desempleo y la inflación. En este momento, la tasa de desempleo, en 3.6%, sigue siendo históricamente baja.
Por primera vez en 15 meses, la Reserva Federal mantuvo en junio su tasa de interés clave sin cambios después de haberla subido 10 veces seguidas para combatir la alta inflación.