Incluso cuando Estados Unidos se enfrenta a una intensa ola de calor este verano, la doctora Mandy Cohen, directora de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), ya está pensando en la temporada de resfriados e influenza del invierno.
“Vamos a tener tres virus: COVID-19, por supuesto, influenza y RSV”, dijo Cohen en una entrevista. “Necesitamos asegurarnos de que el pueblo estadounidense comprenda los tres y qué puede hacer para protegerse”.
La propagación de los tres virus respiratorios es actualmente baja, pero los CDC han comenzado a detectar ligeros aumentos en las pruebas positivas de COVID-19 y las visitas a emergencias relacionadas con coronavirus. Asimismo, la disminución de las hospitalizaciones por COVID-19 se ha estancado.
Las subvariantes de Omicron XBB siguen siendo las formas más prevalentes del coronavirus, aunque esta semana la Organización Mundial de la Salud identificó una nueva variante de XBB, la EG.5, cuya prevalencia está aumentando en todo el mundo y en EEUU.
No está claro qué significa, en todo caso, la aparición de EG.5. La OMS señaló que no hay evidencia de que cause una enfermedad más grave. Cohen dijo que hasta ahora, el virus sigue siendo susceptible a las vacunas del coronavirus.
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Por primera vez este otoño, EEUU tendrá acceso a vacunas para otro virus esperado: el virus respiratorio sincitial o RSV. Esas inyecciones, junto con una nueva inyección de anticuerpos monoclonales para bebés y una tercera vacuna pendiente de aprobación, tienen el potencial de reducir drásticamente los casos del virus que generalmente afecta más a los bebés y adultos mayores, dicen los expertos.
Una inesperada oleada grave de infecciones por RSV a finales de 2022 abrumó los hospitales pediátricos con bebés y niños pequeños cuyos sistemas inmunitarios no habían estado expuestos al virus durante el confinamiento.
El 17 de julio, la FDA aprobó una inyección de anticuerpos monoclonales para ayudar a prevenir el RSV en niños de hasta 2 años. A diferencia de una vacuna que hace que el cuerpo produzca sus propios anticuerpos, la inyección funciona al administrar anticuerpos contra el RSV directamente en el torrente sanguíneo.
Y tan pronto como el próximo mes, la FDA podría aprobar la primera vacuna contra el RSV para mujeres embarazadas, quienes luego transferirían esos anticuerpos a sus bebés.
A principios de este año se aprobaron otras dos vacunas contra el RSV, para adultos mayores de 60 años.
VACUNAS CONTRA ESTOS TRES VIRUS
Esto significa que se instará a muchos estadounidenses a recibir tres vacunas diferentes este otoño: coronavirus, RSV y la vacuna anual contra la influenza. Pero eso será un desafío para el sistema de atención médica.
“Vamos a tener que aprender a administrar esas vacunas de una manera que sea efectiva para llegar realmente a la población en un momento en que ya hay fatiga por las vacunas”, dijo el doctor William Schaffner, experto en enfermedades infecciosas y profesor de medicina preventiva en el Centro Médico de la Universidad de Vanderbilt
Algunos pueden desconfiar de recibir tres inyecciones a la vez. La combinación de las vacunas contra la gripe y el COVID-19 no parece reducir la eficacia de ninguna de las dos, pero Schaffner dijo que hay datos limitados que sugieren que agregar la vacuna contra el RSV a la mezcla reduce la respuesta.
“Creo que la mayoría de nosotros recomendaremos que está bien recibir las vacunas contra la influenza y el coronavirus juntas, pero espere un poco hasta recibir la vacuna contra el RSV”, dijo.
El año pasado, la temporada de gripe comenzó inusualmente temprano, en octubre, y alcanzó su punto máximo rápidamente. Todavía no hay indicios de lo que Estados Unidos enfrentará este año.
“En este momento, están teniendo una temporada de gripe bastante estándar en el hemisferio sur”, dijo Cohen. “Pero todavía es pronto”.
Este artículo fue publicado inicialmente por nuestra cadena hermana NBC News.