El Departamento de Justicia concluyó su investigación sobre la policía de Ferguson (Missouri), y determinó que prácticamente el cuerpo se ha ensañado contra la comunidad afroamericana.
Se llegó a esa conclusión en base a 35,000 documentos de la policía que, según el informe, ponen en evidencia un patrón de discriminación racial.
El estudio se realizó durante seis meses, y aunque es preliminar, sus hallazgos son incriminatorios. También es preocupante que la alegada conducta inapropiada iba más allá de la policía.
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La muerte del afroamericano de Michael Brown, de 18 años, a manos de un policía blanco, provocó semanas de violentas protestas en Ferguson.
Seis meses después, la Unidad de Derechos Civiles del Departamento de Justicia, dice haber encontrado patrones de discriminación, no solo por parte de la policía de Ferguson, sino también por los tribunales y cárceles municipales.
La investigación arrojó que los agentes utilizan fuerza excesiva y desproporcionada contra los afroamericanos, que representan el 67% de la población de Ferguson.
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Pero entre el 2012 y 2014, 85% de las personas detenidas en sus vehículos por la policía de Ferguson fueron afroamericanos. Mientras, el 93% de los arrestos en la ciudad también involucraron a afroamericanos.
De otro lado, en el 88% de los casos en los que se documentó el uso de fuerza, fue igualmente contra personas afroamericanas.
