KENTUCKY - Al menos 37 personas, incluidos menores de edad, murieron por las inundaciones en Kentucky, actualizó este lunes el gobernador del estado, Andy Beshear, quien avisó que las autoridades seguirán encontrado cuerpos sin vida durante las próximas semanas.
"Estamos terminando el día con más noticias desgarradoras desde el este de Kentucky", dijo el gobernador en un mensaje publicado en su cuenta de Twitter.
Horas antes, había confirmado que la cifra aumentaba a 35.
"Oren por estas familias y por los desaparecidos", se lee en un mensaje previo del gobernador.
Beshear había anticipado que la cifra continuaría aumentando: "Sé que hay más cuerpos. Con el nivel que hay de agua, vamos a estar encontrando cuerpos durante semanas", lamentó en una entrevista con nuestra cadena hermana NBC.
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Entre los fallecidos hay cuatro niños de la misma familia, pero Beshear dijo que es posible que dos más hayan perdido la vida por las torrenciales lluvias e inundaciones en el centro y este de Kentucky.
Según el reporte del gobernador, la distribución de las muertes por las inundaciones era de 15 en el condado Knott (4 niños), 6 en el condado Breathitt, 3 en el condado Perry, 2 en el condado Letcher y 2 en el condado Clay.
Explicó que las autoridades aún no han podido acceder a algunas partes del estado y explicó que la lluvia está complicando las labores de rescate.
"Vamos a ir puerta a puerta para intentar encontrar a tanta gente como podamos. Estamos trabajando incluso con la lluvia, pero el tiempo lo está complicando todo", aseveró.
Anunció, además, que va a activar a más reservistas de la Guardia Nacional estatal para que ayuden a rescatar a los vecinos de Kentucky, que en algunos casos han quedado atrapados por las aguas en las azoteas de sus casas e incluso han tenido que subirse a árboles, según el diario local Lexington Herald-Leader.
El jueves, Beshear ya declaró el estado de emergencia en todo Kentucky y movilizó a la Guardia Nacional de Kentucky para hacer frente a lo que ha descrito como "una de las peores y más devastadoras" inundaciones de la historia del estado.
Este es el segundo desastre natural que golpea a Kentucky en menos de ocho meses después de que, en diciembre, una serie de tornados arrebatara la vida a más de 80 personas en el oeste del estado.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunció el viernes la declaración de Kentucky como zona de "desastre mayor" para confirmar la ayuda que el Gobierno federal dará al estado para hacer frente a estas inundaciones, informó la Casa Blanca en un comunicado.
El Servicio Meteorológico Nacional (NWS, inglés) mantiene al centro, sur y este de Kentucky en alerta por inundaciones y predice que las lluvias torrenciales seguirán el lunes y el martes.
Las lluvias han sido tan fuertes que el viernes el tramo del río Kentucky en la ciudad de Jackson alcanzó la cota más alta jamás registrada con 13 metros, superando un récord establecido en 1939.
Según el Lexington Herald-Leader, muchas de las zonas golpeadas por las inundaciones se han quedado sin agua corriente y unos 50 puentes del estado han quedado muy dañados o están completamente destruidos.
Además, unos 13,000 hogares y negocios en Kentucky se encuentran este domingo sin suministro de energía eléctrica, de acuerdo a la plataforma PowerOutage.us.
Los equipos de rescate continúan luchando para llegar a las áreas más afectadas, algunas de ellas entre los lugares más pobres de Estados Unidos. Las cuadrillas han realizado más de 1,200 rescates desde helicópteros y botes, dijo el gobernador.
Beshear, que sobrevoló partes de la región afectada por las inundaciones el viernes, lo describió como “simplemente una devastación total, como nunca antes habíamos visto”.
“Estamos comprometidos con un esfuerzo de reconstrucción completo para que estas personas se recuperen”, dijo Beshear. “Pero por ahora, solo estamos rezando para no perder a nadie más”.
Las poderosas inundaciones sepultaron comunidades aledañas a arroyos y ríos en los valles de los Apalaches, inundando viviendas y negocios, destruyendo vehículos y lanzando equipo y escombros contra puentes. Las avalanchas de lodo vararon a residentes en laderas empinadas y al menos 33,000 usuarios estaban sin electricidad.
El gobernador Beshear dijo el viernes a The Associated Press que entre las víctimas había niños y que el saldo de muertes pudiera aumentar al doble, pues los equipos de rescate aún estaban revisando el área.
Determinar el número de personas desaparecidas es difícil debido a las interrupciones en el servicio celular y el suministro eléctrico en la zona del desastre, dijo. “Es muy extendido, es un reto incluso para los funcionarios locales precisar un número”.
Más de 200 personas han acudido a albergues, precisó Beshear. El gobernador desplegó soldados de la Guardia Nacional a las áreas más azotadas. Tres parques establecieron albergues y, ante la gravedad de los daños, el gobierno abrió un sitio web en internet para donaciones a las víctimas.
El presidente Joe Biden llamó para expresar su respaldo para el que será un largo proceso de recuperación, afirmó Beshear, quien pronosticó que tomará más de un año reconstruir el área completamente.