El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, se mostró el miércoles partidario de terminar con el tratamiento psiquiátrico para miembros del colectivo LGBT realizado con el objetivo de cambiar la orientación sexual de estas personas, las llamadas terapias de conversión.
Obama respondió así a una petición ciudadana para que se expresara sobre esta cuestión, realizada en el sitio web de la Casa Blanca y que logró más de 120,000 adhesiones en tres meses.
Los peticionarios expusieron al presidente el caso de Leelah Alcorn, un chico transexual de 17 años que se suicidó en Ohio en diciembre y dejó una nota en la que explicaba que sus padres le habían forzado a acudir a una terapia de conversión.
[Tema relacionado: ¿Posible la procreación entre homosexuales?]
"Esta noche, en algún lugar de Estados Unidos, un joven no puede conciliar el sueño porque debe cargar solo con un secreto que ha guardado desde siempre. Quizá en breve decida que ha llegado el momento de contar ese secreto", indicó Obama en su respuesta a la petición.
"Lo que ocurra después depende de él, de su familia, de sus amigos, profesores y de la comunidad. Pero también depende de nosotros, del tipo de sociedad que engendramos, del tipo de futuro que construimos", concluyó el mandatario estadounidense.
El comunicado de respuesta también lo firmó la asesora de Obama, Valerie Jarret, quien aseguró que la administración "apoya los esfuerzos para prohibir el uso de terapias de conversión en menores".
EEUU
[Fotos: Gays y bisexuales famosos]
"Pruebas científicas demuestran que la terapia de conversión, especialmente cuando se practica en personas jóvenes, no es adecuada desde un punto de vista médico ni ético y puede causar daños sustanciales", apuntó la asesora del presidente.
Las terapias de conversión para miembros del colectivo lésbico, gay, bisexual y transexual cuentan en Estados Unidos con el apoyo de algunos grupos conservadores y religiosos.