Seattle

Seattle desaloja a manifestantes de “zona autónoma”; al menos 32 arrestados

La alcaldesa firmó una orden ejecutiva en la que mandó a la policía que regresara y retomara el control de la "zona autónoma" en el centro de la ciudad tras semanas de protestas y dos tiroteos mortales.

Telemundo

Al menos 32 personas fueron arrestadas este miércoles luego de que la policía de Seattle se presentara temprano en la zona de la ciudad “ocupada” por manifestantes mediante una orden por la alcaldesa de despejar el área como resultado de dos tiroteos mortales en menos de dos semanas.

El Ayuntamiento de Seattle presentó la orden este miércoles a desmantelar la bautizada como "zona autónoma de Capitol Hill"(Capitol Hill Occupied Protest o CHOP, por sus siglas en inglés), ocupada por manifestantes desde hace semanas y donde no operaba la policía. 

La alcaldesa Jenny Durkan, del ala más progresista del Partido Demócrata y quien ordenó a la policía que se retirara de la zona a principios de junio, firmó la pasada madrugada una orden ejecutiva en la que mandó al cuerpo que regresara y retomara el control de Capitol Hill.

Los agentes, que portaban cascos, macanas y fusiles, se reunieron en la zona al amanecer. Se colocaron hombro con hombro en varias calles mientras otros formaban una valla con sus bicicletas, utilizándola para alejar a los manifestantes del centro de la zona.

La mayoría de los manifestantes que todavía quedaban en la zona (muchos de ellos la habían abandonado en los últimos días) acataron las órdenes de los agentes y se marcharon, pero la Policía llevó a cabo varias decenas de detenciones de aquellos quienes se negaron a irse del lugar.

Mientras los residentes del vecindario aledaño al centro de la ciudad observaban lo que sucedía desde sus balcones, la policía retiraba las tiendas de campaña de los manifestantes de un parque dentro de la zona y se aseguraba de que nadie se quedara en los baños. En un momento, se escuchó un fuerte golpe en el parque, seguido por una columna de humo.

Uno de los organizadores de la protesta, Derrek Allen Jones II, dijo que algunos manifestantes trataron de quedarse pero fueron tomados por sorpresa por la intervención de los agentes, quienes estaban “pisoteando todo lo que tenían a la vista y volteaban las mesas”

La “zona autónoma de Capitol Hill" es un lugar donde la policía está prohibida, la comida es gratis y por la noche se proyectan documentales.

“La gente trataba de mantenerse firme pero se podía ver a los agentes literalmente irrumpir en las camas de las personas mientras seguían durmiendo. Y literalmente decían: ‘Si no sales, vamos a obligarte a salir o arrestarte’”, comentó.

Un hombre vestido de negro fue esposado y apartado pacíficamente, mientras otros manifestantes se sentaron en el suelo húmedo hasta que su pequeño grupo fue esposado y detenido.

En los últimos días se habían registrado cuatro tiroteos en los que dos adolescentes afroamericanos fallecieron y otros varios resultaron heridos.

El regreso de las autoridades al céntrico barrio de Capitol Hill fue una operación liderada por la Policía local de Seattle que contó con apoyo logístico del cuerpo policial de la vecina población de Bellevue y del Buró Federal de Investigación (FBI).

Seattle, una ciudad de fuerte tradición contestataria y cuna del movimiento antiglobalización en la década de los 90, fue una de las urbes estadounidenses donde se vivieron con mayor intensidad las protestas contra la violencia policial y por la justicia racial posteriores a la muerte a finales de mayo del afroamericano George Floyd. 

La ciudad registró disturbios y duros enfrentamientos con la policía, especialmente en Capitol Hill, ante lo que la alcaldesa ordenó a la Policía abandonar la comisaría ubicada en ese barrio y retirarse, lo que permitió de facto la creación de la “zona autónoma”.

Sus defensores la tildaron de área libre del yugo y la violencia policial, mientras que sus detractores veían en ella una zona "brutal y sin ley", como la describió la jefa de Policía de la ciudad, Carmen Best, u "ocupada por anarquistas", como se refirió a ella el presidente Donald Trump.

Precisamente, Trump protagonizó varios encontronazos con la alcaldesa de la ciudad, quien a su vez recibía críticas de comerciantes y vecinos de la zona por haber permitido el establecimiento del área autónoma y haber llegado a pronosticar que en ella se podría vivir un "verano del amor".

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