Elon Musk, asesor multimillonario de Trump, violó la ley con su exigencia del fin de semana de que los empleados federales expliquen sus logros o se arriesguen a ser despedidos, dijeron este lunes los abogados de los trabajadores en una demanda.
La demanda actualizada, que fue presentada en un tribunal federal en California y fue proporcionada a The Associated Press, está tratando de bloquear los despidos masivos solicitados por Musk y el presidente Donald Trump, incluido cualquier relacionado con el correo electrónico distribuido por la Oficina de Gestión de Personal (OPM, por sus siglas en inglés) el sábado. La oficina, que funciona como una agencia de recursos humanos para el gobierno federal, dijo que los empleados debían detallar cinco cosas que hicieron la semana pasada antes del final del día de este lunes.
“Ninguna regla, regulación, política o programa de la OPM ha exigido, en la historia de Estados Unidos, que todos los trabajadores federales presenten informes a la OPM”, subrayó la demanda enmendada, que fue presentada en nombre de sindicatos, veteranos de negocios y organizaciones de conservación representadas por el grupo State Democracy Defenders Fund. Calificó la amenaza de despidos masivos como “uno de los fraudes laborales más masivos en la historia de este país”.
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MIRA AQUÍ GRATIS Musk, que lidera los esfuerzos del presidente republicano para reformar y reducir el tamaño del gobierno federal, siguió amenazando a los trabajadores federales este lunes, incluso cuando la confusión se extendió por la administración y algunos altos funcionarios les dijeron a los empleados que no obedecieran.
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SUSCRÍBETE "Aquellos que no tomen este correo electrónico en serio pronto avanzarán en su carrera en otro lugar", publicó Musk en X, su plataforma de redes sociales.
También intensificó la demanda de Trump de que los empleados dejen de trabajar de forma remota, diciendo que aquellos que no regresen a la oficina serán puestos en licencia administrativa.
La última ronda de agitación comenzó durante el fin de semana, cuando Trump publicó en su sitio web de redes sociales: "ELON ESTÁ HACIENDO UN GRAN TRABAJO, PERO ME GUSTARÍA VERLO VOLVERSE MÁS AGRESIVO".
Musk continuó diciendo que "todos los empleados federales recibirán en breve un correo electrónico solicitando que comprendan lo que hicieron la semana pasada". Afirmó que "la falta de respuesta se tomará como una renuncia". La directiva se hizo eco de cómo el empresario ha gestionado sus propias empresas.
La Oficina de Gestión de Personal envió su propia solicitud después.
“Por favor, responda a este correo electrónico con aproximadamente 5 puntos de lo que logró la semana pasada y envíe copia a su gerente", decía el mensaje. Sin embargo, no decía nada sobre la posibilidad de que los empleados fueran despedidos por incumplimiento. La fecha límite figuraba como las 11:59 p.m. EST de este lunes.
Hubo una rápida resistencia de varias agencias clave de EEUU lideradas por los leales al presidente, incluido el FBI, el Departamento de Estado, Seguridad Nacional y el Pentágono, que instruyeron a sus empleados durante el fin de semana a no responder. Los legisladores de los dos principales partidos políticos dijeron que el mandato de Musk puede ser ilegal, mientras que los sindicatos amenazaron con demandar.
Un mensaje del domingo por la mañana del Departamento de Salud y Servicios Humanos, dirigido por Robert F. Kennedy Jr., instruyó a sus 80,000 empleados a cumplir. Eso fue poco después de que el asesor general interino, Sean Keveney, hubiera instruido a algunos a no hacerlo. Y el domingo por la noche, el liderazgo de la agencia emitió nuevas instrucciones de que los empleados debían "pausar las actividades" relacionadas con la solicitud hasta el mediodía del lunes.
"Después de haber trabajado más de 70 horas la semana pasada para avanzar en las prioridades de la Administración, “Me sentí personalmente insultado al recibir el correo electrónico que aparece a continuación”, dijo Keveney en un correo electrónico que reconocía una amplia sensación de “incertidumbre y estrés” dentro de la agencia.
Keveney expuso las preocupaciones de seguridad y señaló que parte del trabajo realizado por los empleados de la agencia puede estar protegido por el privilegio abogado-cliente.
Los demócratas e incluso algunos republicanos, incluido el senador John Curtis de Utah, criticaron el ultimátum de Musk.
“Si pudiera decirle una cosa a Elon Musk, sería algo como: ‘Por favor, pon una dosis de compasión en esto’”, dijo Curtis, cuyo estado tiene 33,000 empleados federales, en el programa “Face the Nation” de CBS. “Estas son personas reales. Estas son vidas reales. Estas son hipotecas… Es una narrativa falsa decir que tenemos que recortar y que hay que ser cruel para hacerlo también”.
El nuevo director del FBI, Kash Patel, un franco aliado de Trump, ordenó a los empleados que ignoraran la solicitud de Musk, al menos por ahora.
“El FBI, a través de la Oficina del Director, está a cargo de todos nuestros procesos de revisión y llevará a cabo las revisiones de acuerdo con los procedimientos del FBI”, escribió Patel en un correo electrónico. “Cuando y si se requiere más información, coordinaremos las respuestas. Por ahora, por favor, detengan cualquier respuesta”.
Ed Martin, fiscal federal interino para el Distrito de Columbia, envió a su personal un mensaje el domingo que puede haber causado más confusión.
“Déjenme aclarar: cumpliremos con esta solicitud de la OPM ya sea respondiendo o decidiendo no responder”, escribió Martin en el correo electrónico.
“Hagan un esfuerzo de buena fe para responder y enumerar sus actividades (o no, como prefieran), y, como mencioné, los respaldaré en caso de cualquier confusión”, continuó Martin.
Los funcionarios de los Departamentos de Estado, Defensa y Seguridad Nacional fueron más coherentes.
Tibor Nagy, subsecretario de Estado interino para la gestión, dijo a los empleados en un correo electrónico que la dirección del departamento respondería en nombre de los trabajadores.
La dirección del Pentágono ordenó a los empleados que “pausaran” cualquier respuesta al equipo de Musk, según un correo electrónico de Jules Hurst, subsecretario adjunto de Defensa para personal y preparación.
El Departamento de Seguridad Nacional, por su parte, dijo a los empleados que “no es necesario que informen nada en este momento” y que los gerentes de la agencia responderían, según un correo electrónico de R.D. Alles, subsecretario adjunto para la gestión.
Miles de empleados del gobierno se han visto obligados a abandonar la fuerza laboral federal, ya sea por despido o por una oferta de “dimisión diferida”, durante el primer mes del segundo mandato de Trump. No hay una cifra oficial disponible para el total de despidos o cesantías, pero la AP ha contabilizado a cientos de miles de trabajadores que se están viendo afectados. Muchos trabajan fuera de Washington.
El domingo, Musk calificó su última solicitud como “una verificación de pulso muy básica”.
“La razón por la que esto es importante es que una cantidad significativa de personas que se supone que deberían trabajar para el gobierno están haciendo tan poco trabajo que ni siquiera revisan su correo electrónico”, escribió Musk en X. “En algunos casos, creemos que se están utilizando personas inexistentes o las identidades de personas fallecidas para cobrar cheques de pago”.
No ha proporcionado ninguna prueba de tal fraude. Por otra parte, Musk y Trump han afirmado falsamente en los últimos días que decenas de millones de personas fallecidas mayores de 100 años están recibiendo pagos de la Seguridad Social.
Mientras tanto, miles de otros empleados se están preparando para dejar la fuerza laboral federal la próxima semana, incluidos los trabajadores civiles en período de prueba del Pentágono y casi todos los empleados de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) a través de recortes o licencias.
