Un caso judicial con la posibilidad de frenar el impulso de Donald Trump para volver a la Casa Blanca coloca a la Corte Suprema de Estados Unidos en una posición incómoda en el centro mismo de la campaña electoral de 2024.
El jueves, los jueces escucharán por primera vez argumentos sobre una disposición constitucional aprobada después de la Guerra Civil para evitar que exfuncionarios que hayan “participado en insurrección” retomen el poder.
El caso constituye la participación más directa de la Corte en una elección presidencial desde la contienda entre George W. Bush y Al Gore, una decisión emitida hace un cuarto de siglo que, en la práctica, dio el triunfo de la elección de 2000 al republicano Bush.
Dicho caso se presenta ante una Corte asediada por las críticas por cuestiones éticas, lo que llevó a los jueces a adoptar su primer código de conducta en noviembre, y en un momento en el que la aprobación pública a ese organismo ha disminuido, encontrándose en las encuestas casi en los niveles más bajos de que se tenga registro.
La disputa se deriva de la presión de los votantes republicanos e independientes de Colorado para expulsar a Trump de la boleta de la elección primaria republicana de ese estado, debido a sus esfuerzos por revocar su derrota ante el demócrata Joe Biden en la elección de 2020, lo que culminó en el ataque del 6 de enero de 2021 contra el Capitolio estadounidense.
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El más alto tribunal de Colorado determinó que Trump incitó la revuelta en la capital de la nación, por lo que es inelegible para volver a la presidencia, y no debería estar en la boleta de la elección primaria del estado el 5 de marzo.
Una victoria de los votantes de Colorado equivaldría a una declaración de los jueces, tres de los cuales fueron nominados por Trump cuando era presidente, de que participó en insurrección, y la 14ta Enmienda constitucional le prohíbe asumir el cargo de nuevo. Eso permitiría que los estados lo retiren de la boleta, lo que pondría en riesgo su campaña.
Una decisión definitiva a favor de Trump pondría fin a los esfuerzos de Colorado, Maine y otros estados para evitar que su nombre aparezca en las boletas.
Los jueces pueden optar por un resultado menos concluyente, pero sabiendo que el asunto puede revertírseles, quizás después de la elección general de noviembre, y en medio de una crisis constitucional en toda regla.
La Corte ha señalado que tratará de actuar rápidamente, reduciendo notablemente el periodo en el que recibe informes escritos y sostiene discusiones en la sala.
Trump ha apelado por separado ante un tribunal estatal una decisión de la secretaria de estado demócrata de Maine, Shenna Bellows, según la cual el exmandatario es inelegible para aparecer en la boleta del estado por su participación en el ataque al Capitolio.
Las decisiones de la Corte Suprema de Colorado y de la secretaria de Estado de Maine están en espera hasta que se desarrollen las apelaciones.
No se prevé que el expresidente acuda a la sesión de la Corte Suprema la próxima semana, aunque ha comparecido en los procedimientos judiciales de las demandas civiles y acusaciones que enfrenta.
Independientemente de la decisión de los jueces, no es probable que dejen de tener noticias de Trump, quien enfrenta acusaciones de delitos relacionados con la incursión del 6 de enero y otros asuntos. También es posible que surjan otros litigios relacionados con la elección.