WASHINGTON — Los fiscales y los abogados defensores chocaron este jueves en la corte sobre los próximos pasos en el proceso por interferencia electoral federal contra Donald Trump, en la primera audiencia desde que la Corte Suprema redujo el alcance del caso al dictaminar que los expresidentes tienen derecho a una amplia inmunidad ante cargos penales.
Las propuestas opuestas reflejaron hasta qué punto la opinión de los jueces en julio había trastocado el rumbo del caso que acusa a Trump de conspirar para anular los resultados de las elecciones de 2020 en el período previo a los disturbios en el Capitolio del 6 de enero de 2021.
Para salvar el caso, el equipo del fiscal especial Jack Smith presentó una nueva acusación formal que eliminó ciertas acusaciones contra Trump por las que la Corte Suprema dijo que Trump gozaba de inmunidad ante el procesamiento.
Un miembro de ese equipo, Thomas Windom, dijo el jueves que los fiscales estaban preparados para presentar en tres semanas un informe legal que explicara por qué la nueva acusación era sólida. Pero el abogado defensor John Lauro dijo que el fiscal especial "propone un mecanismo que pone patas arriba las normas penales" al intentar presentar una demanda antes de que la defensa haya tenido la oportunidad de intentar desestimar la acusación.
"Es posible que estemos tratando con una acusación ilegítima desde el principio", dijo Lauro. Agregó: "Queremos un proceso ordenado que haga justicia a la opinión de la Corte Suprema".
Al comenzar la audiencia, la jueza de distrito de EE. UU. Tanya Chutkan señaló que ha pasado casi un año desde que vio a los abogados en su sala de audiencias. El caso ha estado congelado desde diciembre pasado mientras Trump presentaba su apelación por motivos de inmunidad.
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Lauro bromeó con la jueza diciendo que "la vida casi no tenía sentido sin verte".
“Disfrútenlo mientras dure”, dijo Chutkan.
Trump, el candidato republicano a la presidencia, no estuvo presente. Se presentó una declaración de inocencia en su nombre para la acusación revisada.
Los abogados defensores dijeron que tienen la intención de presentar múltiples mociones para desestimar el caso, incluida una que se aprovecha del fallo de un juez de Florida que dijo que el nombramiento de Smith era inconstitucional.
Ninguna de las partes prevé que se celebre un juicio antes de las elecciones de noviembre, especialmente dada la cantidad de trabajo por delante. Chutkan tiene la tarea de determinar cuáles de los actos alegados en la acusación pueden seguir siendo parte del caso a la luz de la opinión de la Corte Suprema.
Los jueces dictaminaron en julio que los expresidentes gozan de inmunidad absoluta para el ejercicio de sus deberes constitucionales básicos y son presuntamente inmunes al procesamiento por todos los demás actos oficiales.
El equipo de Smith respondió al fallo con una acusación revisada la semana pasada que eliminó las referencias a los esfuerzos de Trump por utilizar los poderes de aplicación de la ley del Departamento de Justicia para permanecer en el poder, un área de conducta por la que la Corte Suprema dijo que Trump es inmune.
El caso es uno de los dos procesos federales contra Trump. El otro, que lo acusa de acaparar ilegalmente documentos clasificados en su finca de Mar-a-Lago en Palm Beach, Florida, fue desestimado en julio por la jueza de distrito estadounidense Aileen Cannon. Ella dijo que el nombramiento de Smith como fiscal especial fue ilegal.
El equipo de Smith ha apelado esa decisión. Los abogados de Trump dicen que tienen la intención de pedirle a Chutkan que desestime el caso electoral por los mismos motivos.
