PHOENIX — La empresa Greyhound Lines Inc. ya no permite que las autoridades migratorias de Estados Unidos dejen a familias inmigrantes dentro de las estaciones de autobuses, con lo que obliga a quienes sean liberados de la custodia federal a esperar afuera hasta que obtengan un boleto.
El Servicio de Inmigración y Aduanas de EEUU (ICE, por sus siglas en inglés) confirmó a The Associated Press este viernes que se les había pedido que dejara a los migrantes fuera de las instalaciones en lugar de transportarlos adentro.
Durante años, ICE ha dejado a los migrantes en las estaciones de Greyhound, especialmente en Phoenix, después de dejarlos en libertad con audiencias judiciales pendientes. Desde las estaciones, los migrantes podían viajar a su destino previsto dentro del país.
La portavoz de Greyhound, Crystal Booker, dijo que la compañía está experimentando un "aumento de individuos sin precedentes" en ciertas terminales de autobuses y que los viajeros necesitan boletos para ingresar.
Dijo que la política se aplica a cualquier persona que no tenga un boleto. "Nuestra prioridad es llevar a los clientes a sus destinos de manera segura y eficiente", dijo Booker en un comunicado.
Los inmigrantes que son liberados por ICE generalmente no reciben un aviso previo y no pueden hacer arreglos de viaje hasta que llegan a la estación. La mayoría de ellos no tienen dinero y tienen que esperar a un pariente o grupo de apoyo para comprar su boleto.
Una gran cantidad de familias centroamericanas han viajado a Estados Unidos en los últimos meses, muchas de las cuales dicen que están huyendo de la violencia y planean pedir asilo. Otros dicen que están escapando de la pobreza extrema.
Local
Solo en Arizona entre el 21 de diciembre de 2018 y el 5 de marzo, ICE dijo que había procesado para liberar a cerca de 14,500 personas que vinieron como familias.
Fuera de la estación en Phoenix, unos 15 adultos y cinco niños esperaban en un área sombreada cerca de un estacionamiento el pasado jueves. Algunos dijeron que habían estado allí durante unas siete horas.