Desde el instante en que, hablando con periodistas, el Papa Francisco hizo referencia al tema migratorio, la especulación creció sobre su intención.
Hablando de su próxima visita a Estados Unidos, el Papa dijo: “Entrar desde la frontera con México sería una cosa bella, como una señal de fraternidad y de ayuda para los inmigrantes”.
Activistas y religiosos hispanos de inmediato interpretaron las palabras del Sumo Pontífice como otra declaración en defensa del inmigrante.
En el 2014, el Papa denunció la separación de familias y salió en defensa de menores centroamericanos que cruzaron a Estados Unidos, solos o acompañados.
Cuando emitió sus palabras, el Papa hablaba de su deseo de canonizar al franciscano Junípero Serra en California.
Por falta de tiempo, Francisco confirmó que canonizará a Serra durante su visita a Washington en septiembre.
Pero en California, las palabras del Papa se interpretan como una señal de que la Iglesia Católica seguirá intensificando su campaña por una reforma migratoria.