WASHINGTON — El presidente Joe Biden vetaría una propuesta de los republicanos en la Cámara de Representantes que restringiría el asilo, construiría más secciones del muro fronterizo y reduciría un programa que les brinda a los migrantes la oportunidad de permanecer en el país, incluyendo refugiados ucranianos, señaló la Casa Blanca el lunes.
Los republicanos buscan sacar provecho mientras los problemas migratorios vuelven a colocarse en el primer plano en todo el país esta semana con el fin de las restricciones relacionadas con la pandemia de Covid-19 que permitieron que las autoridades fronterizas expulsaran rápidamente a muchos de los migrantes que habían cruzado ilegalmente la frontera.
Los legisladores republicanos planean realizar su votación sobre la Ley de Protección de la Frontera el jueves, el mismo día que vencen las restricciones. Las autoridades ya han detectado un aumento en el número de migrantes en la frontera sur y se preparan para más.
Se trata de la primera gran propuesta migratoria de los republicanos desde la era Trump, cuando firmes opositores de la inmigración controlaban la Casa Blanca. La iniciativa, de 213 páginas, resucita varias de las políticas del expresidente Donald Trump, como la construcción de barreras a lo largo de cientos de kilómetros de la zona fronteriza, y en algunos casos van incluso más allá.
La medida enfrenta fuerte oposición de algunos republicanos que representan a zonas agrícolas por los requerimientos de que los empleadores verifiquen el estatus migratorio de sus trabajadores. Y si es aprobada en la cámara baja, de mayoría republicana, tiene escasas posibilidades de ser aprobada por el Senado controlado por los demócratas. Pero incluso si la propuesta es aprobada y enviada al escritorio de Biden, éste la vetaría.
El gobierno federal argumenta de forma regular que el Congreso tiene que tomar medidas significativas en cuanto a la situación en la frontera a fin de resolver los enormes problemas que han llevado a un número sin precedente de personas a tratar de cruzar ilegalmente. Pero esta no es la manera de hacerlo, desde el punto de vista de la Casa Blanca.
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“Si bien aplaudimos el compromiso del Congreso para tomar medidas significativas para abordar la inmigración y los desafíos en la frontera, en lugar de mejorar la situación, la iniciativa la empeoraría”, señala un comunicado de la Oficina de Administración y Presupuesto de la Casa Blanca. “Debido a que esta iniciativa no hace mucho por mejorar la seguridad fronteriza y sí pisotea enormemente los valores y las obligaciones internacionales del país, debe ser rechazada”.
Ante la ausencia de legislación, el gobierno del presidente Joe Biden ha implementado cambios en sus políticas a partir de esta semana, los cuales conjuntan una seguridad más estricta en la frontera con un creciente número de vías para que los migrantes soliciten asilo, siempre que vengan de manera legal, cuenten con un patrocinador y superen las revisiones de antecedentes. Las decisiones tienen el objetivo de persuadir a los migrantes de que no realicen el peligroso trayecto hacia Estados Unidos y pidan asilo a través de una nueva app o en centros regionales que se abrirán en Guatemala y Colombia.
En las últimas décadas, el Congreso por lo general ha abordado las reformas en la seguridad fronteriza y las leyes migratorias mediante la combinación de medidas más estrictas en la frontera y cambios que amplían las vías legales o brindan estatus legal a los inmigrantes que llegaron sin autorización y que ya se encuentran en el país.
Los representantes republicanos están usando la misma lógica — aunar un paquete de seguridad fronteriza con cambios en las reglas migratorias — con la esperanza de unificar a los legisladores convencionales y a los de visión más derechista. Pero en lugar de aumentar las vías legales para los migrantes, este paquete las restringe.
“Joe Biden envió un mensaje de que la frontera de Estados Unidos está abierta, y millones de personas respondieron a ese llamado y comenzaron a venir ilegalmente a través de nuestra frontera”, dijo el líder de la mayoría en la Cámara de Representantes, Steve Scalise, en una conferencia de prensa. “Le vamos a mostrar al presidente cómo resolver el problema”.
La iniciativa expandiría la construcción de un muro fronterizo, el cual fue una de las prioridades de Trump, quien aseguró que iba a levantar un muro y obligaría a México a pagarlo. Además, esencialmente suprimiría el asilo, al obligar a los migrantes a entrar legalmente, pagar una cuota de $50 y cumplir con requisitos más estrictos para demostrar en sus entrevistas iniciales que huyen de la persecución política, religiosa o racial.
También cortaría el programa que les ha permitido a las autoridades federales aceptar o expulsar de manera expedita a algunos migrantes procedentes de Venezuela, Haití, Cuba y Nicaragua. El programa es una piedra angular en las gestiones migratorias de Biden, y les permite a los migrantes de dichas naciones presentar una solicitud para venir a Estados Unidos legalmente por dos años y trabajar en el país. De igual forma, en teoría, también prohibiría el ingreso de refugiados ucranianos, ya que se encuentran en Estados Unidos bajo un acuerdo similar.
A través de Twitter, Scalise se refirió el lunes a la iniciativa de ley como “el paquete de seguridad fronteriza más sólido en la historia” y señaló que la promesa de veto de Biden mostraba que el presidente “no tiene un plan para resolver la crisis que él mismo creó”.
El comunicado de la Oficina de Administración y Presupuesto de la Casa Blanca señala que el paquete republicano equivale a “coartar prácticamente todo el acceso a las protecciones humanitarias de formas que no se apegan a los valores y obligaciones internacionales de nuestra nación”. También recortaría fondos necesarios.
En tanto, los senadores Thom Tillis, un republicano por Carolina del Norte, y Krysten Sinema, una independiente por Arizona, han propuesto una medida que les daría a funcionarios federales la facultad para expulsar de forma expedita a los migrantes por dos años más. Ambos están trabajando en una propuesta en el Senado que expandiría la inmigración legal y reforzaría la seguridad fronteriza.
Algunos republicanos en la Cámara de Representantes esperan que su iniciativa pueda ofrecer un inicio de negociaciones con el Senado.