NUEVA YORK – Erick Mendoza, de solo 23 años, emigró del estado mexicano de Puebla con la esperanza de una vida digna en la ciudad de Nueva York, pero el trabajo que le brindó esperanza habría terminado por convertirse en la emboscada de una horrenda muerte.
Mendoza, un residente del vecindario de Jackson Heights, Queens cayó a su muerte desde el piso 13 de un edifico en Brooklyn.
Según sus compañeros, el joven trabajó para una compañía con sede en Long Island desde que llegó de Puebla, hace cinco años.
Los testigos dicen que Mendoza no tenía arnés ni equipo de seguridad en el momento del accidente.
“Era un muchacho muy trabajador, muy sano (…) no era un drogadicto, no era un perdido, solo vino a este país para un mejor futuro”, dijo ahogada en llanto Elizabeth Méndez, madre de Erick.
La muerte de Erick ocurre a pocos días de que un trabajador ecuatoriano falleciera luego de que un trozo de concreto le cayera en la cabeza, mientras restauraba la fachada de un edificio en Manhattan.