WASHINGTON - La virtual candidata demócrata a la Presidencia de Estados Unidos, Hillary Clinton, hizo campaña el lunes por primera vez con la senadora Elizabeth Warren, una abanderada del progresismo en el país y que podría convertirse en su compañera de fórmula como aspirante a vicepresidenta para las elecciones de noviembre.
Vestidas con el mismo tono de azul, Clinton y Warren arremetieron contra el oficioso candidato republicano, Donald Trump, y dejaron clara su unidad y determinación para impedir que el magnate llegue a la Casa Blanca en enero.
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"(Trump es) un tacaño inseguro que únicamente lucha por sí mismo, un hombre repugnante que nunca se convertirá en presidente de Estados Unidos", dijo Warren en un mitin en la ciudad de Cincinnati, en el estado clave de Ohio.
Warren pertenece al ala más progresista del Partido Demócrata, como el senador Bernie Sanders, rival de Clinton en las primarias, y ha tenido desencuentros con la ex Secretaria de Estado en las últimas décadas, lo que explica que fuera la última mujer demócrata del Senado en expresar su apoyo a la ex Primera Dama, hace apenas tres semanas.
Pero el lunes no quiso dejar lugar a dudas de su respaldo y se deshizo en entusiasmo por la virtual candidata, abrazándola, aplaudiéndola con fuerza y coreando su nombre con el público del acto.
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"Hillary será la próxima presidenta de Estados Unidos porque sabe cómo ganar a un matón vulnerable que actúa guiado por la codicia y el odio", sentenció la senadora por Massachusetts.
"Hillary tiene cerebro, agallas, resistencia a los ataques y una mano firme, pero sobre todo, tiene un buen corazón, y eso es lo que necesita Estados Unidos. Por eso estoy con ella", añadió Warren, haciendo referencia al eslogan de la campaña de Clinton.
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Warren es una de los tres posibles aspirantes a la vicepresidencia que Clinton tiene en lo alto de su lista, según varios informes de prensa, junto al senador Tim Kaine y el Secretario de Vivienda de Estados Unidos, Julián Castro, de origen mexicano.
Elegir a Warren, conocida por su impetuoso discurso contra los abusos de Wall Street, permitiría a Clinton tender la mano a los votantes de Sanders e inyectar energía a su propia candidatura, que no genera demasiado entusiasmo en buena parte del electorado.
La senadora, una de las mayores críticas de Trump en el Partido Demócrata, volvió a exhibir en el mitin su encendida retórica contra lo que representa el magnate, y condenó su "racismo e intolerancia" al "llamar a los latinos violadores y criminales".
"Cuando (Trump) dice que quiere hacer a Estados Unidos genial de nuevo, quiere decir hacerlo aún más genial para hombres igual de ricos que Donald Trump", aseguró Warren.
Clinton, por su parte, destacó que Warren y ella pertenecen a la misma generación, ella tiene 68 años y la senadora 67, y que ambas quieren restaurar la seguridad social y laboral de la que disfrutaron sus padres y abuelos.
"Juntas, queremos insistir en que debemos tener una economía que funcione para todos de nuevo, no solo para los que están en lo más alto", subrayó Clinton.
Pese a la popularidad de Warren, optar por ella como vicepresidenta significaría presentar una candidatura demócrata formada por dos mujeres, algo que algunos en el partido consideran demasiado audaz, y dejar libre en el Senado un asiento que podrían recuperar los republicanos.
Por eso, algunos analistas pronostican que el elegido será Kaine, un exgobernador de Virginia que fue uno de los primeros en declarar su apoyo a Clinton como presidenta y que tiene una especial sensibilidad hacia los latinos, una opción más cauta para una política que siempre se ha caracterizado por la prudencia.