Las ventas por internet se han disparado desde los años 90 y cuentan con clientes de todo el mundo.
NUEVA YORK – La venta de lencería usada es un negocio que a muchos le causa risa, a otros asco, pero a ciertos consumidores le satisface su necesidades eróticas, lo que se ha convertido en todo un fenómeno de ventas.
Se estima que esta insólita adquisición de ropa interior usada con olor a mujer comenzó en Japón en los a años noventa, según la investigación de nuestra reportera Dinora Pérez.
Y es que hoy en día es común encontrar tiendas cibernéticas que ofrecen la venta de lencería usada, y hasta realizan envíos específicos a los consumidores.
Desde africanos, europeos y hasta americanos, son fieles clientes de esta moda y están dispuestos a pagar miles de dólares por la piezas íntimas usadas, según “Rose”, una chica quien usa ese nombre de apodo para ocultar su identidad verdadera, y quien se dedica a la venta de estos artículos.
Rose añadió que la mayoría de sus clientes provienen particularmente de Alemania y Suiza.
Al preguntarle a Rosa cual ha sido la solicitud más extravagante, esta contestó que uno de sus clientes le pidió un encargo de ropa deportiva empapada de sudor.
