Lo que debes saber
- Con decenas de registros disciplinarios ya disponibles en el internet, una jueza federal dijo el viernes que está levantando una orden de restricción temporal que había prohibido a la agencia de vigilancia policial de la ciudad de Nueva York, el departamento de policía y otras entidades hacer pública dicha información.
- El fallo se produjo un día después de que el capítulo de Nueva York de la Unión Estadounidense de Libertades Civiles obtuvo el consentimiento de un tribunal de apelaciones para publicar registros de 320,000 quejas sobre el NYPD que datan de mediados de la década de 1980.
- La jueza Katherine Failla dijo que los sindicatos no demostraron que los oficiales sufrirían daños irreparables si permitieran que el público viera los registros de quejas.
NUEVA YORK -- Con decenas de registros disciplinarios ya disponibles en el internet, una jueza federal dijo el viernes que está levantando una orden de restricción temporal que había prohibido a la agencia de vigilancia policial de la ciudad de Nueva York, el departamento de policía y otras entidades hacer pública dicha información.
El fallo de la jueza Katherine Polk Failla, un golpe para los sindicatos de seguridad pública que buscan una forma de eludir una nueva ley estatal de transparencia, se produjo un día después de que el capítulo de Nueva York de la Unión Estadounidense de Libertades Civiles obtuvo el consentimiento de un tribunal de apelaciones para publicar registros de 320,000 quejas sobre el NYPD que datan de mediados de la década de 1980.
Failla dijo que los sindicatos no demostraron que los oficiales sufrirían daños irreparables si permitieran que el público viera los registros de quejas.
Failla dijo que la orden de restricción temporal permanecerá en vigor hasta las 2 p.m. el lunes mientras los sindicatos apelan la decisión.
La agencia de vigilancia, la Junta de Revisión de Quejas Civiles, dijo que planea permitir que el público busque los historiales de los oficiales en su sitio web una vez que se levante la orden. El departamento de policía, que también investiga las quejas a través de su oficina de asuntos internos, planea publicar información sobre los cargos disciplinarios del departamento contra los agentes en su sitio web, dijo Failla.
Las organizaciones que han defendido durante mucho tiempo la reforma policial elogiaron el fallo. El abogado de la Legal Aid Society, Corey Stoughton, dijo que la decisión de Failla "rechaza legítimamente los intentos infundados de los sindicatos de la policía de socavar la derogación decisiva de la Ley 50-a de secreto policial por parte de la Legislatura y de seguir ocultando los registros de disciplina y mala conducta policial".
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Un portavoz de los sindicatos no comentó de inmediato sobre la decisión, salvo para decir que la impugnarán en el Tribunal de Apelaciones del Segundo Circuito.
La decisión de Failla revocó la orden que emitió después de que los sindicatos demandaron a la ciudad el 15 de julio para impedir que el alcalde Bill de Blasio cumpliera su promesa de publicar una base de datos de quejas de mala conducta en línea. Escuchó argumentos sobre el tema el martes. Failla se hizo cargo del caso cuando fue transferido de la corte estatal.
El sindicato Police Benevolent Association, que representa a los oficiales de policía de la ciudad de Nueva York y otros sindicatos de seguridad pública, se centró principalmente en bloquear la divulgación de quejas consideradas infundadas o sin fundamento, y asuntos en los que los agentes fueron exonerados o se llegó a un acuerdo.
Los sindicatos argumentaron que publicar quejas falsas o no probadas podría mancillar la reputación de los oficiales y comprometer su seguridad, pero su abogado, Anthony Coles, no identificó un caso en el que un oficial estubo en peligro porque alguien había obtenido información sobre su historial de disciplina.
En cambio, Coles centró su argumento el martes en fotografías policiales que acompañaba a un artículo reciente de The Guardian que destacaba a los oficiales que habían acumulado la mayoría de las quejas en una base de datos que el sitio web de noticias ProPublica obtuvo antes de la orden de Failla, diciendo que la historia viviría para siempre “en el web global donde todo el mundo la vería”.
Los legisladores de Nueva York, impulsados a tomar medidas por las protestas por el asesinato policial de George Floyd en Minneapolis y otras faltas de conducta policial, derogaron una ley en junio que durante décadas bloqueó la divulgación pública de registros disciplinarios para oficiales de policía, así como bomberos y funcionarios penitenciarios.
Mientras la ley estaba en los libros, los sindicatos de oficiales demandaron para hacerla aún más restrictiva, de modo que el público e incluso las víctimas de la mala conducta policial no pudieran conocer los resultados de las audiencias de disciplina interna.