NUEVA YORK – Las imágenes le dieron la vuelta al mundo y acaparó los titulares durante semanas. Un migrante mexicano, conocido por su activismo en la Gran Manzana, recibió un puñetazo de un guardia de seguridad del presidente Donald Trump frente a la Trump Tower de Nueva York en 2015.
Para entonces, el presidente se encontraba en campaña y la comunidad mexicana de nuestra área reaccionó a los calificativos de "violadores" y "criminales" en su discurso durante su presentación a la precandidatura.
"Cuando México envía su gente, no envían a los mejores. Envían gente que tienen muchos problemas", expresó para entonces.
“(Los inmigrantes mexicanos) traen drogas, crimen, son violadores y, supongo que algunos, son buenas personas", agregó.
Efraín Galicia fue uno de los miembros de la comunidad mexicana que reaccionó al polémico discurso. El conocido activista se plantó junto con otros frente a las oficinas de Trump con carteles con lemas como “Trump: Haz que Estados Unidos vuelva a ser racista”, como parodia del lema de campaña de Trump “Haz que Estados Unidos vuelva a ser grande”.
Sin embargo, en imágenes que transmitieron varios medios de comunicación, se observa al guardia de seguridad de Trump, Keith Schiller, agarrando uno de los carteles de Galicia y llevándoselo hacia la entrada del edificio. Cuando el mexicano le grita que se lo devuelva y va detrás de él, Schiller le da un puñetazo. Galicia cae entonces al suelo, cerca de otro guardia de seguridad con el que forcejea.
El incidente culminó en una demanda que actualmente avanza en los tribunales neoyorquinos. El grupo de mexicanos que entabló la querella celebró la decisión de un juez de la Corte Suprema de El Bronx que falló a su favor.
Un total de cuatro mexicanos forma parte de la demanda y se sienten optimistas de que habrá justicia en su caso, luego de que el juez Fernando Tapia denegara la solicitud de los abogados de Trump para que decidiera sobre el tema sin ir a juicio.
Además, el magistrado destacó que el duro lenguaje que usa el presidente públicamente contra los manifestantes, el cual, “autoriza y consiente” la conducta de sus guardias de seguridad.
“Hubo violencia de parte de una persona que aspiraba a ser presidente. Esta demanda prueba que él es responsable, porque las personas que nos agredieron estaban bajo su mando”, expresó Efraín Galicia.
“Fui agredida en una manifestación junto a mis compañeros. Me quedé en shock, no sabía qué hacer”, comentó Florencia Tejeda, otra de las demandantes.
Los abogados de los demandantes creen que el equipo del presidente Trump apelará el fallo del juez Tapia.