El alcalde Adams anunció el lunes que volverá a implementar el controvertido programa de policías vestidos de civil del Departamento de Policía de Nueva York como parte de un amplio plan para frenar la violencia armada tras una serie de tiroteos mortales en toda la ciudad.
NUEVA YORK -- Dos oficiales del NYPD, Jason Rivera, de 22 años, y Wilbert Mora, de 27, murieron después de un tiroteo durante una llamada de violencia doméstica en Harlem el viernes por la noche, y los líderes de la policía de la Ciudad de Nueva York implora que toda la ciudad debería estar de luto por sus muertes.
Rivera murió el viernes por la noche, poco después del tiroteo; Mora aguantó hasta el martes antes de finalmente sucumbir a sus heridas. Se esperan funerales a partir de esta semana en la Catedral de San Patricio en Manhattan.
JASON RIVERA
Rivera fue asignado a la comisaría 32, con sede en la misma cuadra que el tiroteo, que tuvo lugar en la 119 de la calle West 135, a menos de un cuarto de milla de distancia.
El cuerpo de Rivera fue transportado desde el hospital el viernes por la noche a la oficina del médico forense, escoltado por una larga fila de vehículos policiales. Los compañeros oficiales se alinearon en las calles para despedirse de su camarada caído.
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El Fondo de Beneficios para Viudas y Niños de la Policía y los Bomberos de Nueva York, también conocido como Answer the Call, dijo que le proporcionaría a su viuda $25,000 de inmediato y recaudaría fondos para seguir brindándole ese estipendio anual de por vida.
Noticias
Mientras estaba en la Academia de Policía, Rivera escribió una carta a su oficial al mando sobre describiendo por qué se convirtió en policía. Nuestra cadena hermana, News 4 New York obtuvo una copia de esa carta. A continuación le brindamas la traducción de la carta que escribió:
Cuando apliqué para convertirme en oficial de policía, supe que esta era la carrera para mí. Sería la primera persona de mi familia en convertirse en oficial de policía. Viniendo de una familia inmigrante, seré el primero en decir que soy miembro de la policía de Nueva York, la fuerza policial más grande del mundo. Al crecer en la Ciudad de Nueva York, me di cuenta de que mi papel como oficial de policía sería impactante en esta caótica ciudad de aproximadamente 10 millones de personas. Sé que algo tan pequeño como es ayudar a un turista con las direcciones, o ayudar a una pareja a resolver un problema pondrá una sonrisa en la cara de alguien.
Al crecer en Inwood, Manhattan, la relación entre la policía y la comunidad no era muy buena. Recuerdo un día cuando fui testigo de cómo paraban y cacheaban a mi hermano. Me pregunto por qué nos paran si estamos en un taxi. Era demasiado joven para saber que durante ese tiempo, la policía de Nueva York detenía a las personas a un ritmo mayor. Mi perspectiva sobre la policía y la forma en que ejercían su deber realmente me molestó. A medida que pasaba el tiempo, vi que la policía de Nueva York se esforzaba mucho por cambiar la relación entre ellos y la comunidad. Ahí fue cuando me di cuenta que quería ser parte de los hombres de azul; mejorar la relación entre la comunidad y la policía.
WILBERT MORA
Mora también fue asignado a la comisaría 32, con sede en la misma cuadra que el tiroteo.
Hubo informes erróneos el viernes por la noche de que él también había muerto, aunque su estado se describió como crítico en todo momento.
Su familia estaba a su lado en el Hospital de Harlem, donde fue trasladado de urgencia después del tiroteo. Más tarde fue transferido al Centro Médico Langone de la Universidad de Nueva York.
El comisionado de policía Keechant Sewell lo llamó "tres veces héroe. Por elegir una vida de servicio. Por sacrificar su vida para proteger a los demás. Por dar vida incluso en la muerte a través de la donación de órganos".
