Último adiós a mexicanos asesinados

NUEVA YORK – Las familias de cuatro mexicanos asesinados hace más de un año finalmente lograron darles el último adiós. Las víctimas serán repatriadas a su país.

Joseph Biggs, un guardia escolar de Nueva York, fue arrestado por agentes del Negociado Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) en conexión con los asesinatos de los cuatro mexicanos, cuyos cadáveres fueron descubiertos en la propiedad de un oficial de policía retirado de Westchester County. 

Los cuatro hombres fueron reportados como desaparecidos por sus familiares en abril del año pasado y pasaron meses antes de que sus cuerpos fueran localizados en la propiedad del oficial retirado Nicholas Tartaglione, quien fue miembro del Departamento de Policía de Briarcliff Manor.

Tartaglione fue acusado en diciembre de los asesinatos de los cuatro hombres de Hudson Valley y de la supuesta conspiración para la distribución de 11 libras de cocaína.

Según los fiscales, Tartaglione fue parte de una conspiración para asesinar a los cuatro hombres en un bar de Chester en abril de 2016. Los cuerpos de las víctimas fueron desenterrados en la propiedad del exoficial en Otisville.

Las víctimas fueron identificadas por las autoridades como Martin Santos Luna, de 41 años, Miguel Sosa Luna, de 25, Urbano Morales Santiago, de 35 y Héctor Gutiérrez, de 32.

La última vez que los hombres fueron vistos fue la noche del 11 de abril del año pasado en una camioneta Chevrolet. Los cuerpos de las víctimas fueron hallados en diciembre del año pasado. 

Biggs, al igual que Tartaglione, está acusado de asesinato y conspiración para distribuir cocaína.

Según las fuentes judiciales, el dúo atrajo a los cuatro hombres a Likquid Lounge, un bar en Hudson Valley, en donde estuvieron cautivos y fueron asesinados a balazos.

Tartaglione, de 49 años y original de Yonkers, se declaró no culpable de los cargos. El exoficial fue recluido sin derecho a fianza y enfrenta la pena de muerte de ser encontrado culpable, dijeron las autoridades.

Biggs y Tartaglione también enfrentan cargos de secuestro y posesión criminal de un arma, entre otros cargos.

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