Lo que debes saber
- Hay historias inspiradoras y la de José Hernández, hijo de padres mexicanos y oriundo de French Camp, California, que se convirtió en el primer trabajador agrícola en llegar al espacio. Ahora su historia es contada en la película A Million Miles Away, “A millones de kilómetros”.
- El filme fue lanzado el pasado 15 de septiembre en Amazon Prime, el día que inició el Mes de la Herencia Hispana. No cabe duda de que el astronauta de la NASA retirado e ingeniero, es un orgullo para la comunidad hispanohablante y una razón para resaltar su vida en este mes.
- Su historia de tenacidad y perseverancia por no rendirse para lograr entrar a la NASA, luego de que le rechazaron 11 veces el formulario de aceptación, se convierte hoy en ejemplo para el mundo.
Hay historias inspiradoras y la de José Hernández, hijo de padres mexicanos y oriundo de French Camp, California, que se convirtió en el primer trabajador agrícola en llegar al espacio. Ahora su historia es contada en la película A Million Miles Away, “A millones de kilómetros”.
El filme fue lanzado el pasado 15 de septiembre en Amazon Prime, el día que inició el Mes de la Herencia Hispana. No cabe duda de que el astronauta de la NASA retirado e ingeniero, es un orgullo para la comunidad hispanohablante y una razón para resaltar su vida en este mes.
Su historia de tenacidad y perseverancia por no rendirse para lograr entrar a la NASA, luego de que le rechazaron 11 veces el formulario de aceptación, se convierte hoy en ejemplo para el mundo. Fue su sacrificio y preparación lo que lo llevó en el 2009 a cumplir su sueño de ir al espacio, luego de que en el 2004 le dieran el sí para ser parte de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio.
Mes de la Herencia Hispana
CÓMO NACIÓ EL SUEÑO DE JOSÉ HERNÁNDEZ
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Hernández, quien nació el 7 de agosto de 1962 y es padre de 5 hijos, compartió con Telemundo 47 el momento en que supo que quería ser astronauta. Lo sintió cuando era un niño, época en la que trabajaba con sus padres en los campos de California, y vio por primera vez cómo podría ser esa experiencia de ir al espacio.
“Diciembre 1972, tenía yo diez años”, dijo Hernández a Andrea Romero de Telemundo 47. “Imagínate, un niño de diez años viendo una televisión tipo consola de tecnología bulbo con antena de rescate conejo, el tejido de la abuela abajo de la antena, arriba de la tele y yo viendo la última misión de la época de Apolo, viendo al astronauta Johnson en caminar en la superficie de la luna. Y es cuando dije WOW, yo quiero ser como él. Quiero ir al espacio y allí nació el sueño”.
Su familia fue indispensable para lograr cumplir ese sueño, entre esos su padre, Salvador Hernández, que le compartió cinco recomendaciones, que también se reflejan en la película.
“Me dijo cinco cosas: primero determina tu propósito en la vida. ¿Qué es lo que quieres lograr? ¿Qué quiere ser? Segundo, reconoce que tan lejos estás de esa meta. Tercero, crear una ruta, un mapa para saber llegar. Cuarto, prepárate de acuerdo con el reto que escogiste y vaya que reto escogiste. Y quinto, el mismo esfuerzo que pones en los campos cosechando frutas y verduras con tus hermanos, con tu mamá y papá, ponga ese mismo esfuerzo en tus estudios”, compartió Hernández.
Consejos valiosos que usó para lograr ser seleccionado como un astronauta de la NASA. Espero más de 12 años para recibir esa carta de aceptación para entrar a la agencia, luego de ser rechazado 11 veces.
“Después de seis veces uno se enfada y uno dice ya voy a tirar la toalla”, afirmó. Sin embargo, el apoyo de su esposa, Adela Hernández, fue lo que lo empujó para no rendirse.
“Dijo, ‘Yo no sé qué tienen ellos que tú no tienes’ (refiriéndose a su pareja)… y yo tampoco lo sabía”, dijo Hernández. “Investigué que todos los que estaban seleccionando para la NASA eran pilotos, certificados para bucear, atletas y sabían un tercer idioma, cuatro cosas que yo no tenía”.
Fue en ese momento, que decidió aprender y prepararse, se hizo piloto, buzo, corrió 11 maratones y aprendió ruso. Para la doceava vez que se presentó a la NASA fue seleccionado como parte de la generación número 19.
CÓMO FUE LLEGAR AL ESPACIO
Hernández describió la experiencia como el momento que se dio cuenta que no existen las fronteras y que todos somos iguales.
“Es una vista que solo 600 personas han podido tener…Así que estamos volando sobre Norteamérica y pues se puede distinguir Canadá, Estados Unidos, México”, expresó. “Pero lo más hermoso que se me hizo es que yo no podía distinguir dónde terminaba un país e iniciaba otro. Y es cuando dije 'Wow, tuve que salir fuera del mundo para aprender que las fronteras son un concepto hecho por el humano y qué triste porque desde mi perspectiva somos solo una raza, la raza humana'".