Lo que debes saber
- El jueves, el fiscal general Matthew J. Platkin anunció cambios en la política de uso de la fuerza para las fuerzas del orden de Nueva Jersey.
- Las revisiones están diseñadas para aumentar la probabilidad de resoluciones pacíficas en los encuentros entre la policía y las personas atrincheradas, que con frecuencia sufren una crisis de conducta o de salud mental.
- Otras disposiciones entrarán en vigor en una fecha posterior para dar tiempo a garantizar la dotación de personal y la disponibilidad de recursos adecuados.
NUEVA JERSEY -- El jueves, el fiscal general Matthew J. Platkin anunció cambios en la política de uso de la fuerza para las fuerzas del orden de Nueva Jersey.
Las revisiones están diseñadas para aumentar la probabilidad de resoluciones pacíficas en los encuentros entre la policía y las personas atrincheradas, que con frecuencia sufren una crisis de conducta o de salud mental.
La nueva adición a la Política de Uso de la Fuerza tiene como objetivo garantizar que los equipos tácticos y de negociación de crisis que responden a tales incidentes estén capacitados de manera óptima y cuenten con los recursos y equipos esenciales.
“Los encuentros que involucran a personas atrincheradas suelen ser difíciles y de alto riesgo, y con frecuencia involucran a personas armadas en medio de una crisis”, dijo el fiscal general Platkin. “Esta política representa la primera política estatal de este tipo en el país y es el resultado de un proceso intensivo que involucró a líderes de las fuerzas del orden, profesionales de la salud mental, expertos en intervención en casos de violencia y partes interesadas de la comunidad. Nuestro objetivo es brindarles a los socorristas las herramientas para frenar y estabilizar estos enfrentamientos, empoderando a los oficiales para que puedan sortear los peligrosos primeros minutos de estos encuentros, de modo que se puedan desplegar los recursos adecuados para intervenir y resolver las situaciones de manera segura sin fuerza, lesiones significativas o muertes”.
Las revisiones se redactaron en consulta con las autoridades encargadas de hacer cumplir la ley, profesionales de la salud mental, partes interesadas de la comunidad y líderes religiosos.
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Los cambios que se están implementando incluyen los siguientes:
- Los equipos de negociación táctica y de crisis ahora deberán identificar a profesionales de salud mental calificados que estén disponibles para responder a incidentes que involucren a una persona atrincherada o una situación de rehenes. El proveedor de salud mental puede ayudar con las negociaciones ofreciendo orientación e información a las fuerzas del orden o comunicándose directamente con la persona atrincherada. Las agencias que operan equipos de respuesta crítica celebrarán acuerdos con profesionales de salud mental y realizarán simulacros de capacitación regulares con ellos, al menos trimestralmente.
- Se recomienda a los oficiales de primera respuesta que se enfrentan a una situación de atrincheramiento, que esperen a que respondan los recursos adecuados y no intenten forzar una resolución, a menos que sea inmediatamente necesario para prevenir lesiones o muertes. Cuando sea posible, y cuando no haya una amenaza inmediata presente, los oficiales deben establecer un perímetro y comunicación con la persona atrincherada para evaluar su estado, incluida la determinación de si el sujeto es buscado por un delito o puede estar en crisis.
- En ciertas situaciones, las fuerzas del orden ahora pueden considerar la retirada táctica como un posible método para llegar a una resolución, en particular cuando el contacto continuo puede resultar en un riesgo irrazonable. La desvinculación táctica implica la decisión de irse, retrasar el contacto, retrasar la custodia o planificar el contacto en un momento diferente y bajo circunstancias diferentes. La política ahora ordena a las fuerzas del orden que consideren si los grupos comunitarios, como los equipos de respuesta a crisis comunitarias o los proveedores de salud mental a través del programa ARRIVE (Respuestas alternativas para reducir los casos de violencia y escalada) pueden ser componentes activos de una estrategia de desvinculación.
- Las agencias de aplicación de la ley adoptarán políticas que exijan una respuesta inmediata por parte de un supervisor de servicio en situaciones de barricadas. Ese supervisor establecerá un comando de incidentes para comenzar a determinar qué recursos se necesitan y comenzar el proceso de convocar esos recursos, incluido un equipo táctico. Además, el equipo táctico notificado debe ser un equipo SWAT de nivel 1 o nivel 2. Cada fiscal del condado tiene la tarea de evaluar los equipos tácticos en sus jurisdicciones para determinar cuáles, si los hay, cumplen con los estándares establecidos por la Asociación Nacional de Oficiales Tácticos (NTOA). Según la NTOA, los equipos de nivel 1 y nivel 2 tienen más personal y mayores capacidades a la hora de rescatar rehenes y lidiar con sujetos atrincherados.
- Los equipos tácticos deben estar ahora equipados con armas menos letales, como dispositivos de energía conducida (Taser) y municiones de impacto, que suelen ser eficaces para resolver incidentes sin el uso de fuerza letal. Esos equipos también estarán equipados con dispositivos que les permitan maximizar las capacidades de comunicación y recopilación de inteligencia.
El fiscal general también anunció que, utilizando parte de la reciente asignación presupuestaria de la legislatura estatal y del Gobernador Murphy para expandir el programa ARRIVE Together –que el año pasado se convirtió en el primer y único programa estatal de respuestas alternativas a las crisis de salud conductual en el país– la Oficina de Respuestas Alternativas y Comunitarias (OACR, por sus siglas en inglés) pondrá fondos a disposición para apoyar la implementación del anexo y proporcionar equipos tácticos y de negociación para incidentes críticos con profesionales de la salud mental experimentados, disponibles las 24 horas para ayudar y, cuando sea seguro y apropiado, responder a situaciones que involucren a personas atrincheradas.
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Esos profesionales de la salud mental se capacitarán con las fuerzas del orden, forjando relaciones y compartiendo conocimientos. Los fondos de la subvención estarán disponibles para las agencias en todos los condados.
“A menudo se espera que los agentes de las fuerzas del orden sean expertos en salud mental y conductual en momentos en que lo que se necesita son verdaderos expertos”, dijo Tiffany Wilson, directora de la OACR. “Con estas actualizaciones y la financiación de este nuevo modelo ARRIVE Together, estamos dotando a los agentes encargados de abordar las situaciones más delicadas y de alto riesgo con herramientas y recursos muy necesarios, es decir, un plan y un experto en salud mental”.
En octubre de 2024 entrarán en vigor algunos cambios de política detallados en el anexo (incluido el modo en que los agentes de primera respuesta deben acercarse a las personas atrincheradas, la respuesta de supervisión obligatoria, el uso del sistema de comando de incidentes y el requisito de que un equipo SWAT de nivel 2 y un equipo de negociación de crisis que lo acompañe respondan a situaciones que involucren a personas atrincheradas).
Otras disposiciones entrarán en vigor en una fecha posterior para dar tiempo a garantizar la dotación de personal y la disponibilidad de recursos adecuados.