NUEVA YORK - Un pedazo de pizza fue una de las claves que ayudaron a las autoridades a dar con el supuesto asesino en serie conectado con una serie de crímenes de mujeres en una playa de Nueva York hace más de 10 años, según reporta AP.
Rex A. Heuermann, un arquitecto que vive desde hace años con su familia en Massapequa, Nueva York, fue arrestado el jueves a la noche en conexión con varios de los crímenes, ocurridos a lo largo de Gilgo Beach, en Long Island.
Heuermann, de 59 años, trabaja como arquitecto en una firma en Manhattan. El viernes se declaró no culpable ante el juez que entiende en la causa.
Pero ¿cómo dieron con el presunto asesino en serie y descuartizador después de tantos años?
Según The Associated Press, los investigadores se centraron en una camioneta, llamadas desde celulares, botellas vacías y hasta un trozo de pizza.
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Testigos declararon que una camioneta Chevrolet Avalanche fue vista estacionada fuera de la casa de una de las víctimas, Amber Costello, la noche anterior a que fuera asesinada.
La investigación tomó un giro inesperado cuando se comprobó que el sospechoso tenía una camioneta similar, según AP.
También se comprobó que llamadas desde varios de los celulares de Heuermann fueron localizadas en el área donde ocurrieron los asesinatos. Al parecer, el sospechoso hostigó con llamadas a los familiares de una de las víctimas.
Desde los celulares del sospechoso, según AP, fueron contactados lugares de masajes y damas de compañia, tan reciente como este año. Al momento de su arresto, Heuermann llevaba uno de estos celulares.
Para lograr muestras de ADN de Heuermann, los investigadores recurrieron a viejas tácticas, como revisar su basura.
Del bote de su basura, sacaron 11 botellas. Y de una acera en Manhattan, recogieron trozos de pizza que había dejado el sospechoso, donde hallaron muestras de su ADN que coincidieron con un pelo hallado en el cuerpo de una de las víctimas.
Las autoridades le impusieron cargos a Heuermann por tres de los asesinatos y se espera que sea imputado por un cuatro crimen.
El sospechoso, quien se declaró no culpable, sigue detenido.