CIUDAD DE MÉXICO — Con un vistoso desfile de varios miles de militares se celebró el sábado en la capital mexicana un aniversario más del inicio de la lucha por la independencia, que coincidió con la extradición a Estados Unidos de Ovidio Guzmán López, hijo del exlíder del cártel de Sinaloa Joaquín “El Chapo” Guzmán, lo que restó reflectores a los actos oficiales.
En medio del silencio de las autoridades mexicanas por la extradición de Guzmán López para enfrentar cargos de narcotráfico en una corte estadounidense, el presidente Andrés Manuel López Obrador, encabezó el acto militar que se inició en el zócalo capitalino.
Durante la ceremonia el gobernante solo estuvo acompañado de su esposa, algunos miembros de su equipo y el alto mando militar.
Cerca de la medianoche, López Obrador inició los festejos con un acto desde un balcón del Palacio Nacional donde tocó una campana para conmemorar el 213 aniversario del inicio de la independencia de México de España.
Cada año, se recuerda así el llamado a las armas —el llamado “Grito de Independencia”— que hizo Miguel Hidalgo para comenzar, en 1810, una lucha que culminó en 1821.
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En 31 estados del país también se dieron celebraciones, entre ellos el estado norteño de Sinaloa donde los actos se desarrollaron en medio de tensión por el temor de posibles represalias de los miembros del Cartel de Sinaloa por la extradición de Guzmán López, uno de los líderes de una facción del grupo.
El gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, dijo a la prensa que no había indicaciones especiales para reforzar la seguridad en la entidad, pero agregó que las autoridades se mantendrían alertas ante cualquier eventualidad.
En los actos oficiales en la capital los grandes ausentes fueron los miembros de la Suprema Corte de Justicia y del Congreso, lo que rompió una tradición de que los representantes de los poderes públicos participen en las celebraciones.
El mandatario había adelantado a mediados de semana que el acto sería austero y que no invitaría a los miembros del alto tribunal debido a la mala relación que mantiene con la entidad, a la que ha señalado por incurrir en actos de corrupción y representar a la “oligarquía” y la “delincuencia de cuello blanco”.
Las relación entre el gobierno y la Suprema Corte de Justicia se han deteriorado en los últimos meses luego que ésta invalidó el traspaso de la Guardia Nacional al Ejército y una reforma electoral que contemplaba la reducción de la estructura del Instituto Nacional Electoral, dos iniciativas impulsadas por López Obrador.
Francisco Burgoa, profesor de Derecho Constitucional de la Universidad Nacional Autónoma de México, dijo a The Associated Press que la decisión de López Obrador de no invitar a los ministros deja al descubierto el “enfrentamiento abierto” que tiene con el poder judicial.
Además, afirmó que la situación continuará durante 2024, en plena campaña electoral, cuando indicó que el mandatario apostará todo su capital político para lograr cambiar los ministros de la Corte y los magistrados electorales.
“Lamentablemente, es más su deseo de sobreponerse o anteponerse al Poder Judicial que ejercer sus funciones como presidente”, agregó.
Guzmán López fue traslado el viernes desde la cárcel de alta seguridad del Altiplano, en el Estado de México, donde estaba detenido desde enero tras ser capturado en la ciudad noroccidental de Culiacán, a Estados Unidos, informó Washington.
En abril, la fiscalía estadounidense informó que Guzmán y sus hermanos, conocidos como los “Chapitos”, enfrentaban una amplia lista de cargos que exponen con detalle cómo, tras la extradición de su padre y su posterior sentencia a cadena perpetua en Estados Unidos, los hermanos enfocaron el cártel cada vez más hacia drogas sintéticas como las metanfetaminas y el potente opiáceo sintético fentanilo.