A plena luz del día, en Ciudad de México, se realizan estos documentos con gran demanda.
CIUDAD DE MÉXICO - A plena luz del día, en Ciudad de México se venden certificados de vacunación contra el COVID-19 falsificados, que muchos compran porque son requeridos en el mercado laboral y también para viajar al extranjero, principalmente a Estados Unidos.
"Nada más son tu nombre, tus datos y no sé cuál quieras, si la AstraZeneca o la Pfizer", dicen los vendedores a un posible cliente, que puede elegir qué vacuna aparecerá en el certificado que presentará como verdadero.
Tal y como comprobó una televisora mexicana, por un pago que puede alcanzar hasta los $175 ofrecen falsificar el documento en un tiempo récord: "Son la 1 p.m., te lo entregaría yo como a las 2.30", le dicen.
El papel es copiado con tanta precisión que es idéntico al que emite la secretaría de Salud para comprobar que alguien cuenta con el esquema completo de inmunización contra el COVID-19.
Los certificados falsos al igual que los originales también cuentan con un código QR que lleva a la página oficial donde aparecen todos los datos de identificación y de la aplicación de las vacunas.
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Hasta la Plaza de Santo Domingo llega mucha gente a solicitar ese servicio, sobre todo, dice Azul Moreno, quienes recibieron en México las vacunas Sputnik o CanSino, fármacos no avalados por la Organización Mundial de la Salud.
"Con la desesperación de la gente, pues con tal de no perder vuelos y demás han orillado a que hagan esto, el mercado negro", argumenta Moreno.
"Es un riesgo para la sociedad", afirma José Chávez, quien al igual que Nayeli Vázquez y otros se muestra en contra de esa práctica.
"Por favor, no sean irresponsables y piensen en la salud de mucha personas", pide Vázquez.
La Fiscalía federal confirmó que iniciaron una investigación por estos hechos y a nivel local, la alcaldesa indicó que confían en la gente.
"No se trata de sacar a los inspectores para estar multando, obligando, forzando", dice Claudia Sheinbaum, "nosotros creemos en la participación y en la conciencia ciudadana".
Aprovechando eso, los falsificadores ofrecen libremente en la calle su trabajo.
"Yo misma te lo escaneo para que veas que todo es bien, y no hay ningún problema", ofrece.
