MÉXICO - El sicario bajó el arma y huyó después de haber disparado contra su víctima de tan solo 14 años de edad.
Minutos después el adolescente murió en un hospital, convirtiéndose en un número más de la ya larga lista de menores que son asesinados en este país.
Juan Martín Pérez ha documentado cada uno de estos crímenes y asegura que en lo que va del 2020 los delincuentes no han tenido piedad con quienes aún no alcanzan los 18 años.
"Cada día están asesinando a 7 y desaparecen 7, en total impunidad", asegura Pérez, de la Red por los Derechos de la Infancia.
Esta misma semana, la indignación llenó las calles de la capital mexicana luego de que Alan y Héctor, de 12 y 14 años, fueron asesinados.
"Ellos eran muy buena gente, todos los niños de ahí, no sé qué pasó, ellos nunca se metieron con problemas", asegura desde el anonimato alguien que los conoció.
El doble homicidio fue descubierto cuando un hombre trasladaba los cuerpos en un bote de basura. Según la averiguación de las autoridades, un integrante del Cártel de la Unión de Tepito ordenó la ejecución, solo porque uno de ellos cortejó a la jovencita equivocada.
"Las pruebas forenses arrojaron que los dos niños fueron torturados y sus cuerpos mutilados, dicen, presuntamente como venganza del grupo delictivo", comentó Pérez.
Muchos otros menores han corrido la misma suerte, indica el analista, porque pocas veces estos crímenes se resuelven.
Los defensores de la infancia indican que de cada 100 carpetas de investigación donde niños, niñas y adolescentes son víctimas, solo 3 se resuelven y se castigan a los culpables.
Así que en medio de la impunidad que denuncian las familias de los occisos, los criminales encuentran entre ellos la facilidad para violentarlos, reclutarlos y, después sin preocupaciones, deshacerse de ellos.
