NABATIEH, Líbano — Un ataque israelí en el sur de Líbano mató a al menos 10 ciudadanos sirios a primera hora del sábado, dijo el Ministerio de Salud libanés.
El operativo en Wadi al-Kfour, en la provincia de Nabatieh, es uno de los más letales en el país desde que el grupo insurgente Hezbollah y el ejército de Israel comenzaron a intercambiar fuego el 8 de octubre, un día después de que Hamás atacó el sur de Israel y provocó la guerra en Gaza.
Hezbollah afirma que detendrá sus ataques una vez que se alcance un alto el fuego en el enclave palestino.
Entre los muertos había una mujer y sus dos hijos, explicó el ministerio. Cinco personas más resultaron heridas, de las cuales dos estaban en estado crítico.
Un vocero en árabe del ejército israelí, Avichay Adraee, dijo que el ataque tenía como objetivo un depósito de armas que pertenecía a Hezbollah.
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Mohammad Shoaib, quien regenta un matadero en Wadi al-Kfour, indicó que el lugar atacado era una “zona industrial y civil” en la que había fábricas de ladrillos, metal y aluminio, además de una explotación láctea.
El tío de tres de los fallecidos en el ataque contó que eran trabajadores de una fábrica y estaban en su alojamiento cuando fueron alcanzados. Negó que en las instalaciones hubiese armas.
“No había nada de eso”, afirmó Hussein Shahoud. “Había metal para construcción, para edificar, para todo tipo de fines”.
LA RESPUESTA DE HEZBOLLAH
Hezbollah anunció más tarde que había disparado una salva de cohetes contra la comunidad de Ayelet HaShahar, cerca de Safad, en el norte de Israel, en respuesta al ataque. Según su comunicado, los 10 fallecidos en Líbano eran civiles. El grupo suele publicar comunicados específicos cuando fallecen sus combatientes.
El ejército israelí, por su parte, dijo que se identificaron 55 proyectiles que cruzaron desde Líbano, algunos de los cuales cayeron en zonas abiertas.
Aunque no causaron heridos, sí provocaron varios incendios, agregó. Antes, el sábado, dos soldados israelíes resultaron heridos, uno de ellos de gravedad, en un ataque procedente del país vecino que alcanzó la zona de Misgav Am.
El ejército israelí también dijo que eliminó a un comandante de Hezbollah el sábado, en un ataque no relacionado en el área de la ciudad costera de Tiro.
Medios de comunicación estatales libaneses reportaron que una persona murió en un ataque contra un motociclista cerca de Tiro. Hezbollah lo identificó como uno de sus miembros: Ibrahim Kasseb. No mencionó su rango ni informó dónde había sido asesinado.
Tanto el de Líbano como otros gobiernos internacionales llevan semanas tratando de poner fin a meses de enfrentamientos, que tienen a la región al borde de la crisis desde julio.
Un ataque israelí en el sur de Beirut mató el mes pasado a un importante comandante de Hezbollah, a quien Israel acusó de dirigir un ataque con cohetes contra los Altos del Golán, ocupados por Israel, en el que murieron 12 jóvenes.
Horas después, una explosión atribuida ampliamente a Israel acabó con la vida del líder político de Hamás, Ismail Haniyeh, en la capital iraní.
Teherán y Hezbollah han prometido tomar represalias, pero todavía no han lanzado ataques mientras en Qatar continúan los esfuerzos diplomáticos para un alto el fuego en Gaza.
Hezbollah e Israel libraron una guerra de seis semanas en el verano de 2006 que terminó en tablas. Las capacidades militares del grupo insurgente han evolucionado notablemente desde entonces.
Desde el inicio de las tensiones fronterizas, más de 500 personas han muerto en el lado libanés, la mayoría, efectivos de Hezbollah y otros grupos insurgentes, pero también unos 100 civiles y no combatientes.
En el norte de Israel, han perdido la vida 22 soldados y 24 civiles por los ataques provenientes de Líbano. Las hostilidades han desplazado a decenas de miles de personas a ambos lados de la frontera.
También el sábado, la empresa de servicio público Electricité du Liban anunció que sus plantas de energía eléctrica habían agotado sus reservas de combustible y dejarían de producir electricidad hasta obtener más suministros.
En Líbano ha existido una grave escasez de electricidad durante años, particularmente desde que el país cayó en una prolongada crisis financiera en 2019.
Los hogares y negocios dependen en gran medida de generadores y, cada vez más, de paneles solares para obtener electricidad, ya que el estado suele proporcionar energía eléctrica únicamente por unas cuantas horas al día.
El magro suministro de electricidad del estado depende del combustible proporcionado por Irak, pero han surgido problemas entre ambos países debido a que Líbano no ha pagado el suministro.
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Chehayeb informó en Beirut, Líbano. El periodista de The Associated Press Jack Jeffery en Jerusalén contribuyó a este despacho.