TEGUCIGALPA — Varias reclusas salieron de sus celdas, sacaron a los guardias de la prisión, fueron hacia un pabellón adonde había presas de una banda rival, comenzaron a asesinarlas y luego prendieron fuego, lo que convirtió a la principal cárcel de mujeres de Honduras en escenario de una matanza en la que murieron al menos 46 mujeres, informaron el miércoles el Ministerio Público y Medicina Forense.
Los videos difundidos por el gobierno desde el interior de la prisión situada al noroeste de Tegucigalpa mostraron varias pistolas, muchos machetes y otras armas blancas encontradas tras el motín.
La presidenta hondureña Xiomara Castro afirmó que el motín en la localidad de Támara fue “planificado por maras a vista y paciencia de autoridades de seguridad” y después de anunciar “medidas drásticas” destituyó al ministro de Seguridad, Ramón Sabillón, y lo reemplazó por Gustavo Sánchez, quien era hasta ahora director general de la Policía Nacional.
Las reclusas llevaban semanas quejándose de que integrantes de una pandilla las estaban amenazando. Según las autoridades, la banda cumplió el martes con esas amenazas. A primera hora de la mañana las agresoras asesinaron a las mujeres. Muchas de ellas murieron quemadas y el resto baleadas o apuñaladas, dijo Sandra Rodríguez Vargas, comisionada adjunta de Centros Penales.
Juan López Rochez, jefe de operaciones de la Policía Nacional, explicó a The Associated Press que las pandilleras de Barrio 18 salieron de sus celdas, inexplicablemente abiertas, fueron a la sección de sus rivales y “comenzaron a disparar hacia dentro”.
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“Parece, es una investigación por confirmar, que utilizaron aceite para prenderle fuego”, agregó. Varias de las internas lograron salir y fueron atacadas con armas blancas.
El incendio dejó las paredes de las celdas ennegrecidas y las literas reducidas a retorcidos montones de metal.