WASHINGTON - Los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) descartaron que el COVID-19 sea un factor en la misteriosa enfermedad que causa hepatitis infantil grave y que ha sido reportada en Europa y Estados Unidos.
En un estudio dado a conocer este viernes, los CDC indicaron que ninguno de los nueve casos de hepatitis infantil grave registrados en Alabama, el estado desde donde se han levantado las alarmas sobre esta enfermedad, dio positivo al COVID-19.
Los CDC agregaron que un adenovirus "pudo causar" la enfermedad, debido que los pacientes dieron positivo en las pruebas para detectar este virus.
QUÉ SE SABE DE LOS CASOS DE HEPATITIS INFANTIL GRAVE
Sin embargo, el principal ente de salud de EEUU no descartan otros factores que están investigando.
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Al momento, han determinado es que la enfermedad no fue ocasionada por el virus de la hepatitis A, B o C.
También han descartado que se trate de una hepatitis autoinmune o de la enfermedad de Wilson (un trastorno hereditario que provoca una acumulación excesiva de cobre en los órganos).
El tipo de adenovirus que se encontró en la mayor parte de los pacientes es el 41, que se contagia principalmente por la vía oral-fecal, afecta sobre todo al intestino y es una causa común de gastroenteritis aguda, con diarrea, fiebre y síntomas respiratorios.
LOS NUEVE CASOS EN ALABAMA SE HAN RECUPERADO
Los CDC han llevado a cabo este estudio sobre la información que han recibido de 9 casos de hepatitis infantil grave en menores de entre 1 y 6 años —7 de ellos niñas— desde el otoño pasado en Alabama, de los cuales algunos mostraron una insuficiencia hepática aguda.
Todos ellos se han recuperado, pese a que dos han tenido que ser sometidos a un trasplante de hígado.
La semana pasada, los CDC emitieron una alerta aconsejando a los médicos de EEUU que se fijen en los casos de hepatitis que sean poco habituales.
Actualmente, más de una decena de casos se están investigando en ocho estados: Delaware, Louisiana, Illinois, Carolina del Norte, Nueva York, Georgia, Tennessee y Wisconsin (en este último se están estudiando la muerte de un menor).
Hasta el momento, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se han confirmado al menos 190 casos de hepatitis infantil aguda de origen desconocido en 11 países, uno de ellos mortal.
La mayoría de los casos se han registrado en Europa, salvo 9 confirmados en Estados Unidos y 12 en Israel. El Reino Unido es el que más ha reportado (114), seguido de España (13), indicó la OMS en un comunicado emitido el 23 de abril.